Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]

Un martes de boda

-Maldición, y yo me acabo de enterar. ¿En serio que ocurrió todo eso?

-Sí.-Confirmó Daniel.

Tras despertar y desayunar, Bonnie le cambió los vendajes a Dan (aún tenía su blusa). Ambos se pusieron los trajes (el de Daniel estaba en el bolso que él había traído).

Bonnie se cambió en el baño mientras Daniel lo hacía en la habitación. Se arregló el cabello y se puso unas joyas.

Al salir, ya cambiada, Daniel la miró asombrado.

-Cierra la boca o acabarás comiéndote una mosca.

-Lo siento. Vaya, estás...

-¿Uau?

-Exacto.-Sonrió él.

-¿Vamos?

-Por supuesto.

Subieron al auto de Bonnie y ella condujo hasta el lugar de la fiesta.

Ahora estaban hablando con el primo de Daniel, el que se casaba. Y contándole lo ocurrido.

-En fin, Dan, me alegra que estés bien. Y ahora dime... ¿Qué hace Bonnie Wright aquí?

-Ella me acompaña. Es...

-Su amiga. Bonnie, un placer. Felicidades.-Dijo estirando una mano para que se la estrechara el primo de Dan.

-Michael, un placer. Muchas gracias.

-No hay de qué.

-Vete primo, en diez minutos empieza la ceremonia.

-Deséame suerte.

-Vamos, no la necesitas.

-Gracias.

-Ya vete.

Michael se fue.

-¿Por qué dijiste que eres mi amiga?

-¿Acaso no lo soy?

-Sí, pero yo creí que podríamos ser... Algo más.

-Mira, Dan, es la boda de tu primo. Ahora hay que concentrarnos en eso. Luego hablaremos.

-Pero...

-¡DANIEL!-Gritó una mujer.

-Ahora no, ¿sí?-Insistió ella.

-Está bien.

Mientras tanto, la mujer se había acercado a ellos con un hombre.

-Mamá, papá, hola. Bonnie, ellos son Alan y Marcia, mis padres.

-Buenas tardes.-Saludó Alan.

-Daniel nos habló mucho de ti.-Dijo Marcia.

-Un placer.-Respondió Bonnie.

-Por favor, tomen asiento, la ceremonia comenzará.

Los cuatro se sentaron en los bancos. El reverendo dio inicio a la ceremonia.

Bonnie miró atentamente cada segundo. Era increíblemente dulce que dos personas se amaran tanto que decidieran comprometerse de por vida. Esperaba poder hacer ese compromiso con alguien... Algún día.

La recepción fue sencilla pero elegante. Bonnie bailó con todos los que le pidieron, y descubrió que la familia de Daniel era graciosa, divertida y particular. Eran una familia muy unida.

Michael no le quitaba los ojos de encima a su esposa. Estaba muy bella y le sonreía con todo su cuerpo, no sólo con sus labios.

Al final de la velada, Bonnie saludó a los padres de Dan.

Alan le dijo:

-Espero que hayas disfrutado. Se te ve feliz.

Y Marcia le dijo:

-Te has vestido muy hermosa. Sabes elegir bien.

Bonnie lo consideró un triunfo.

Se despidió de Michael y su esposa Sylvia.

-Ha sido encantador. Felicidades a ambos.

-Gracias, Bonnie.-Le respondió ella.-Ha sido un placer conocerte.

Volvió con Daniel a su casa.

Cuando ambos entraron, Dan se acercó a ella pero Bonnie lo detuvo con tres simples palabras:

-Tenemos que hablar.