Bienvenidos

806 61 28
                                    

Retrocedamos un poco en el tiempo.

Cuando Emma llegó a su casa era ya muy tarde.

La ventaja de tener muchos, muchos, muchos parientes y amigos era que en situaciones como esa la sacaban de apuros. Madeleine estaba con Evanna y Matthew. Jack y Austin estaban con Julie y Mark. Ryan estaba con Daphne en la casa de Alex.

Y Emily estaba con ellos. Era la única que había quedado en su casa.

Cuando los dos, Emma y Rupert, se acostaron, ella tuvo un presentimiento. Pero lo de Helena era más importante.

-Rupert...

-¿Qué pasa, cielo?

-Hay algo que debes saber.

Rupert escuchó todo sin decir ni una palabra.

-¿Es todo?

-Sí.

-Bien. No voy a decir nada. Probablemente los hayas reprendido por mí. ¿Cierto?

-Sí.

-Bueno, entonces nada más que discutir. Si hay algo que le dejé en claro mil veces a ese mocoso es que si le hacía daño a Helena lo pagaría caro. Pero en este caso, y disculpa que lo diga, ha sido culpa de ella. No tendría que haber supuesto que nada iba a pasar si no se cuidaba. Además, si ella no puede tener hijos, cosa que ni siquiera nosotros sabíamos, también tendría que haberle dicho a Will. Sí es culpa de él haber descuidado todo. Pero eso está hecho ya. Si Helena está embarazada haré lo que esté en mis manos para ayudarla a sobrepasar esto. Y no creas que no la reprenderé. Claro que sí. Si voy a ser abuelo a los treinta y pico, prefiero que sea por una decisión que ambos tomaron y no por un accidente. Es todo lo que voy a decir.

Emma lo miró.

-¿Eres tú o te secuestraron los extraterrestres?

Rupert soltó una carcajada y la besó.

-Soy yo. Pero un yo distinto. Ahora soy padre y estoy casado. No puedo tener una rabieta. Aunque a veces me encantaría poder.

Ella sonrió y se acurrucó en sus brazos.

-Hasta mañana, Emma.

Ella no contestó.

-Emma. ¿Está todo bien?

-Sí. Pero me preocupa algo.

-¿Helena y Will?

-No. Me preocupan los bebés.-Respondió tocando su vientre.-Deberían haber nacido. Estamos en fecha.

-Elizabeth te dijo que no te preocuparas por eso.

-Lo sé. Pero aún así...

-Tranquila. Hagamos algo. Sé que tienes nueve meses justo. Aguardemos tres o cuatro días. Si nada ocurre los tendrás por cesárea o actuaremos como Elizabeth lo crea conveniente. ¿Te parece?

-Mmm... Vale.

-Hasta mañana, Emma.

Ahora que estaba tranquila sí pudo responder:

-Hasta mañana, Rupert.-Antes de caer dormida en sus brazos.

***---***---***---***---***

Un dolor horrible despertó a Emma. Muy a su pesar no pudo contener las lágrimas. Rupert la sintió moverse y despertó.

-¿Estás bien?

-No. Me duele... ¡Ay!

-Tranquila.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora