¿Confías?

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(N/A: Multimedia - Madeleine)

-Bueno, bueno, bueno. ¿Qué tal todo?

Helena suspiró.

-Bien, supongo.

Will se acercó a ella.

-¿Supones? ¿Por qué? ¿Qué pasa?

-Ahora no.-Susurró la pelirroja.

Will frunció el ceño. Helena puso los ojos en blanco.

-Maisy está aquí.-Aclaró.

-Oh, claro.

Will miró a su hija.

-¿Qué tal todo, nena?

Maisy frunció el ceño y cruzó los brazos.

-Mal.

-¿Por qué?

-Porque mamá no va a acabar nunca de cortarme el cabello.

Helena se dio una palmada en la frente y volteó para regresar a su tarea.

-Lo siento, lo siento. Me distraje...

-Está bien.

Will miró a su novia.

-¿Te encuentras bien? Estás un poco pálida...

-Estoy bien.

-¿Mamá va a morir?

Will se puso blanco.

-No, Mais, no voy a morir. Estoy bien. No te preocupes.

La pequeña rió.

-Bien. Como digas.

-Will, ve al cuarto. Tienes que ver algo que te dejé.

-Claro.

Él se marchó.

Cuando llegó al cuarto, sobre la cama había una carta. Él la leyó rápidamente y sonrió. Por fin. El momento.

La última palabra de la carta era muy sencilla.

"¿Confías?"

Helena entró al cuarto restregándose las manos nerviosamente.

-Confío. Claro que sí.-Dijo Will sonriendo.

Ella sonrió y lo besó.

***---***---***---***---***

Emma estaba muy cansada. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? Demasiado... Además no le interesaba en lo más mínimo lo que el director le decía. Ella estaba allí para modelar y punto final. La luz no le importaba un comino. Y menos le importaba el bello color de sus ojos, que resaltaba su pálida piel...

Un momento. ¿Acaso aquel tipo estaba coqueteando con ella?

Sí, sí que lo hacía.

"Bien." Pensó Emma. "Si juegas con fuego, te quemas."

-Oh, lo siento tanto.-Dijo ella poniendo ojitos.-Es que he estado distraída, ¿Sabe?

El director, sin saber que con ello firmaba su muerte, asintió.

-He estado muy distraída pensando en mis hijos. Los extraño mucho. Y a mi marido, claro. No sé qué haría sin él. Se ofreció a cuidar a los niños, ¿Sabe? Son seis. Y eso que los dos mayores se mudaron, que si no...

El director palideció.

-...Y por suerte ahora tenemos mucho más tiempo libre... Para nosotros...-Emma sabía que estaba dejándose en una posición tonta, pero aquel idiota merecía su castigo.-...El otro día aprovechamos que se fueron los niños con mis suegros y fue...-Ella se abanicó el rostro fingiendo calor.-Aún me tiemblan las piernas. Lo siento, ¿Me decía algo?

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora