No soporto verte llorar

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-Rupert... Yo... Perdí el embarazo...

El pelirrojo se quedó literalmente de piedra. Sólo podía ver a Emma llorar sin consuelo.

Por eso ella actuaba así. Por eso había sido tan maleducada. No soportaba que la tratasen como a una embarazada si no lo estaba. Por eso se había desmayado. Probablemente había pensado muchas cosas a la vez... Tenía miedo. Temía que Rupert la abandonase por eso. Temía que él creyera que era culpa de ella. Rupert siempre le decía que no se moviera. Que se quedara quieta. Que era malo para el bebé. Emma nunca lo había tomado en serio. Y ahora... Ahora le parecía más importante que nunca. Ay, Emma.

-Emma... Yo...

-Adelante. Dilo. Di que tenías razón y que fui una perfecta idiota por ignorarte. Dilo. Di que me odias porque perdí a un hijo y que no quieres verme nunca. Dime que...

Emma fue interrumpida bruscamente por los labios de él que se unieron a los suyos. Le correspondió el beso pasando una mano por detrás de su nuca.

-Nunca, nunca jamás vuelvas a pensar eso de mí. Aunque tuviera razón, y a decir verdad, en este caso no la tengo, jamás te lo echaría en cara. Es infantil y de mal gusto. Y te haría sufrir el triple de lo que ya lo estás haciendo. Emma, no voy a abandonarte. No es sólo por ti. Es por mí. ¿Crees que puedo vivir sin ti a mi lado? Eres todo lo que me importa. Eres lo mejor de mí. Eres mi esposa. Y eres mamá de seis pequeños. Sé que duele oírlo. Pero tienes que pensar en ellos. ¿Me crees capaz de abandonarlos a su suerte sólo porque perdiste el embarazo? Nunca lo haría. Los amo demasiado a todos. Duele, sí. Claro que duele. Duele mucho saber que lo perdimos.-Dijo mirando el vientre de ella.-Pero eso no es motivo para que se rompa esta familia. Mi amor, yo jamás pensé en que tendría que decirte esto, pero no voy a dejarte. Creí que estaba claro. Emma, mi reina, no llores. Sabes que no soporto verte llorar.

Ella le echó los brazos al cuello.

-Rupert... Duele mucho. Mucho de verdad.

-Lo sé. Tranquila. Quédate conmigo...

Ella se dejó abrazar y enterró su rostro bañado en lágrimas en el pecho del pelirrojo.

-Lo siento, Rupert.

-No es culpa tuya. No lo es. No te culpes por esto, mi amor.

-Pero...

-No. Olvídate de esa palabra. Los 'peros' sólo causan problemas. No, no, no, piensa en otra cosa. Piensa que ahora podemos intentar otra vez...

-No. Después de esto jamás volveré a intentar.-Estableció con firmeza llorando a lágrima viva.

-Lo dices ahora. Sabes que no será así.

-Rupert, me siento una asesina.-Dijo sin dejar de sollozar.

-Mi princesa, te dije que no te culpes por eso. No puedes hacerlo. No es correcto. No es tu culpa...

Ella siguió llorando aferrada a su pecho.

Rupert le acariciaba el cabello con suavidad. Le partía el corazón verla así. Pero lo que en serio temía era que se le ocurriese hacer una tontería...

Cuando pasaron unos minutos, Rupert notó que había dejado de llorar. Estaba dormida. Se acostó con ella sobre él.

-No puede ser.-Susurró mirando el techo.-Es injusto. Muy injusto.-Recordó lo que había leído una vez en un libro. Nunca le había parecido tan cierto.-Hay niños que nacen en hogares donde no los quieren. Sufren y mueren de hambre. No tienen cariño. Y aquí nosotros queríamos en serio a este bebé. ¿Por qué ha ocurrido esto?

Una lágrima se deslizó por la mejilla del pelirrojo. Observó a Emma dormir con expresión triste. Aquella iba a ser una muy larga noche.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora