Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]

Reconciliación

Helena acabó de comer y literalmente corrió las veinticinco cuadras que separaban el parque de su apartamento.

Llegó al pie del edificio exhausta. Odiaba correr. Al diablo eso, Will estaba dentro y ella necesitaba hablarle con urgencia. Y comer algo más.

Entró al edificio y subió los escalones de tres en tres.

Tocó la puerta con decisión. Will la abrió expectante.

Helena se puso seria y entró.

Él cerró la puerta y entró atrás de ella.

Helena se mordió la lengua y lo miró con intensidad.

-Lo siento, Will.

Él bajó la vista.

-Está bien. Entiendo que no quieras estar conmigo. Recogeré mis cosas y me iré...

-Lo siento por haberte hecho esperar.

-¿Qué?

Will alzó la mirada. Helena sonrió y se acercó a él.

-Lamento haber dudado. Lo siento. Tienes razón. No deberíamos haber peleado. Y no vas a recoger tus cosas ni irte a ninguna parte. Vas a quedarte aquí conmigo. Te prohíbo que vuelvas a dejarme.

Will sonrió y se pegó a ella.

-Nunca.

-Bien. Y ahora pienso cumplir con lo que debería haber hecho en cuanto despertamos.

-¿Y eso es...?

Helena lo besó pasando sus manos tras la nuca de Will y envolviendo las piernas en la cadera de él.

Will sonrió y la cargó hasta su verdadero cuarto, que no los había visto juntos en un largo tiempo. Sonriendo, dejó caer a su novia sobre la cama y se echó sobre ella para besarla intensamente y comenzar a desabotonarle la blusa.

***---***---***---***---***

Helena no había sido tan feliz en años. En muchos años. Siempre había estado con Will, pero jamás de aquella manera.

-Will...

-¿Sí?-Preguntó con dulzura acariciando su cabello.

-Te amo.

Él sonrió y la abrazó.

-También yo.

La pelirroja también sonrió. Estaba sobre el pecho de la persona que más amaba. ¿Qué más podía pedir?

***---***---***---***---***

Sin saber cuándo, ambos se habían quedado dormidos.

Los despertó el celular de Helena que sonaba estrepitosamente. Ella se despertó y espabiló primero y estiró una mano para atender.

***

-¿Hola?

-Hola, Helena. Es bueno oírte. ¿Por qué no respondes desde el viernes? Tu madre está preocupadísima y tu padre también, teme que la preocupación de Emma afecte al bebé. He llamado al grandísimo idiota de mi hermano y dijo que rompió contigo. Por eso no respondías. Pero no tenías por qué encerrarte y no dar señales de vida...

-Lo siento, Daph. Pero he estado muy triste.

-Cariño, ya lo superarás.

-De hecho ya lo hice.

-¿Hablas en serio? ¿Has superado a mi hermano?

-Oh, claro. Es más, estoy acostada sobre él ahora. ¿Quieres que te lo pase?