Maisy

744 55 17
                                    

-¡Mamá!

-¡Ya voy!

Salió corriendo hacia el lugar de donde provenía la voz. Maisy, su hijita pelirroja, la esperaba ansiosa.

-¿Qué pasa, nena?

-¿Puedes jugar conmigo?

Ella sonrió.

-Claro que puedo. ¿A qué quieres jugar?

-Quiero cortarme el cabello.

Abrió los ojos alarmada.

-Ni lo pienses, Mais. No sola. Yo te ayudo.

-Por eso te pedí que jugaras conmigo.

Su madre sonrió. Era una niña muy lista.

-Vale. ¿A qué altura quieres cortarte el cabello?

-Aquí.-Dijo Maisy señalando un punto en su espalda.

-Pensé que ibas a quererlo más corto.

-Lo pensé. Pero no me gustaría. Quiero que sea como el tuyo.

Ella sonrió.

-Bien, muy bien. Aquí vamos...

La puerta se abrió dejando entrar a James.

-¡James!-Soltó la pelirroja.-Me asustaste.

-Lo siento. Me dejaron una llave. Vine a ver si necesitas algo.

Ella sonrió otra vez.

-Estoy bien, gracias.

-¿Y Maisy?

-Aquí.-Dijo la pequeña desde el sillón.

James sonrió y se acercó a su pequeña.

-¿Qué tal todo, princesa?

-Genial. ¿Tú?

-También genial, gracias.

-¿Y Marcus?

Él puso los ojos en blanco.

-Marcus está en francés.

-¿Va a francés ahora?-Preguntó la pelirroja acercándose.-Vaya, es difícil seguirle el paso. La última vez que lo vi estudiaba portugués. Y eso fue ayer...

James rió.

-Sí. Quiere aprender la mayor cantidad de idiomas que le sea posible. Es bastante difícil seguirlo, hasta a mí me cuesta, y eso que soy su padre. Pero esta vez se consiguió algo barato... Los profesores no me cobran.

-¿Quiénes son?

James la miró y soltó una carcajada.

-Emma y Rupert.

Ella también rió.

-Pobres. ¿Cómo es que han accedido?

-Fácil. Marcus tiene todo el entusiasmo del mundo. Pero luego de unas horas se aburre. Así que le pidió a Emma que le enseñara. Ella le dijo que sí. Sus clases son bastante más cortas que las de una academia. Y Rupert aprovecha para aprender, a escondidas. Aunque más bien diría que se sienta junto a Emma y le sonríe bobamente.

-Esos dos sí que están enamorados.

-Y no te quedas corta. Si no fuera porque Marcus está con ellos, vete a saber qué harían estando solos...

La pelirroja rió.

-Mamá, ¿Piensas cortarme el cabello?

Ella rió de nuevo y se puso de pie para buscar las tijeras.

James la observó marcharse y luego miró a Maisy.

-¿Qué tal todo entre tú y tu madre?

-Bien.

-¿La quieres?

-Mucho.

Él sonrió.

-Aquí regresé.-Dijo la pelirroja apareciendo.

-Creo que es hora de irme.-Dijo James.

La puerta sonó. Él se acercó a abrir.

-¿Tío? ¿Qué haces aquí?-Preguntó al entrar.

-Vine a ver a mi ahijada.-Respondió James.

El recién llegado sonrió.

-¿Papá?

-Maisy, quédate quieta que no me dejas cortarte el cabello.

James soltó una carcajada.

-Bueno, queridos sobrinos, yo me voy. Me avisan si necesitan algo. Nos vemos luego. Adiós, Will. Hasta pronto, Helena.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora