Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]

J.P. y Rebecca

Las calles retorcidas de París habrían logrado engañar a cualquiera que buscase un lugar sin señalización, pero no a Ally mientras buscaba la Pasarela de las Artes.

El puente seguía allí, tan repleto de candados como siempre. Algunos más se habían agregado, incluso.

Arthur suspiró exasperado. El candado no tenía ningún dato de utilidad, según él. Ally deliraba.

-Aquí, mira, Arthur.

Él maldijo en voz baja.

-¿Qué hallaste?

-El nombre de la fábrica de los candados. Mira, "Metallic, Inc. London." ¿Te das cuenta? ¡La fábrica es londinense! Rebecca y J.P. deben serlo también. Yo...

-Ally, ¿En serio crees que buscarlos a ambos vale la pena? ¿Que vale la pena arriesgarse por eso?

-Arthur, si no vale la pena arriesgarse por esto, ¿Entonces por qué cosa?

Arthur se ruborizó ligeramente al imaginar una cosa por la que seguramente valía la pena arriesgarse.

-Bien. Ahora que sabes dónde está la fábrica, ¿Qué planeas hacer? Seguramente hay millones de compradores y miles con las iniciales J.P.

-Sí. Pero este candado no sólo tiene ese dato. Si miras al costado, hay una dirección de París. Aquí. Probablemente la casa donde ambos vivieron. Tendríamos que visitar la casa.

La casa en cuestión resultó ser un complejo departamental cuya dueña era una mujer de edad avanzada y memoria corta.

-¿Rebecca, dicen? ¿J.P.? ¿Un candado? ¡Oh, claro! ¡Rebecca! La llamábamos Becky o Beck. Sí. La recuerdo. Solía venir a hablar conmigo e invitarme a cenar. Era buena cocinera. Su novio la quería mucho. No recuerdo su nombre. Jason, creo que era. Sí. Definitivamente era Jason. Jason Splehp. Sí. Ese era. Muy guapo. La amaba mucho a Rebecca. Él era de Londres. Recuerdo que un día se fueron. No supe nada más de ellos desde entonces...

La cabeza de Ally trabajaba a toda velocidad. Eran muchos datos. Ahora al menos sabían que Jason y Rebecca vivieron allí y se habían mudado a Londres. Seguir la investigación una vez allí sería fácil. Aunque el apellido no le cerraba... Pero daba igual. Seguramente eran ellos y la mujer se había confundido. O tal vez la P era la inicial del segundo nombre de Jason y no de su apellido. Sí, seguramente era así.

-¿Y no le dijo a qué dirección iba?

-No. Él era de Londres y tenía una casa allí. Es todo lo que recuerdo. Si sólo pudieran preguntarle a Rebecca...

-¿Tiene forma de contactarla?

La mujer cerró los ojos con tristeza.

-No lo saben, ¿Cierto? Rebecca falleció. Trabajaba en la armada, en la sección de infantería. Un día recibí un telegrama. Anunciaba "Muerta en acción". Jason estaba destrozado cuando se lo reenvié. Imaginen que ambos querían casarse. Aunque si me lo preguntan, ella no quería.

Ally y Arthur regresaron al hotel, al cuarto de él. Ella lloraba.

-¡No puede ser! Hay algo que nos falta. Esa mujer debe recordar mal. Rebecca no puede haber muerto.

Arthur se acercó a ella.

-Sí, Al. La oíste ya. Ella misma recibió el telegrama.

-Sí. Pero tiene, TIENE que haber algún error en alguna parte.

-Escúchame...

-Tenemos que ir al Registro a preguntar por ella.

Arthur suspiró. Media hora después estaban en la Oficina del Ejército de Londres.