La decisión

1.2K 82 9
                                    

-Déjame ver si te entendí. Emma, ¿quieres adoptar a Helena y a Ryan?

-Pues...-Emma iba a decir que sí, pero Rupert parecía cansado y confundido, seguramente querría dormir...-¿Sabes algo? Olvídalo. Vamos a dormir.

-Emma, te conozco. No tienes la menor intención de dormir.

-Pues... Vale, no.

-Entonces... A ver si entendí. Emma, ¿Quieres adoptar a Helena y a Ryan?

-Sí.

-¿Quieres que seamos sus padres?

-Sí.

-¿Quieres que vivan con nosotros?

-Sí.

-¿Quieres que seamos una familia?

-¡Sí, sí, sí! ¡No me hagas repetirlo! ¿Qué crees?

-Creo... Que... Estas cosas hay que pensarlas bien... No tomarlas a la ligera...

-No estoy tomándolo a la ligera.

-No, no, claro que no.

-¿Qué piensas? Dímelo, o enloqueceré.

-Ya te lo he dicho.

-Crees que hay que esperar.

-No he dicho eso. He dicho que estas cosas hay que pensarlas bien. Y ya lo he pensado.

-¿Y?

Emma parecía saber que oiría una negación. De hecho, estaba convencida de ello. De modo que es fácil imaginar cuál fue su sorpresa al oír:

-Pues... Creo que es la mejor idea que has tenido. Además, claro, de casarte conmigo.-Bromeó Rupert.

Pero se puso serio y dijo:

-¿Quieres que seamos realmente una familia? Pues entonces lo seremos. Estoy contigo.

Emma saltó de alegría y lo besó. Pero no contaba con que su salto lo había tirado al piso. De modo que acabó ella también en el piso, sobre él, besándolo.

Rupert reía y sonreía. Era muy feliz. Pero, además, en serio quería que aquellos dos niños se convirtiesen en sus hijos.

Pero al ver a Emma quitándose el pijama cualquier otro pensamiento se evaporó de su cabeza como hielo sobre carbón caliente.

***---***---***---***---***

Cuando Emma, feliz como nunca, sintió las caricias de Rupert en su cabello, decidió que era hora de levantarse. Abrió los ojos y se encontró con aquel tono verde-grisáceo que le encantaba tanto.

Él sonreía. Su cabello pelirrojo, totalmente despeinado, caía sobre su rostro.

Emma lo apartó suavemente, con una caricia, y le besó la punta de la nariz.

-Veo que pudiste dormir.

-Se calmó mi mente. Y estaba cansada.

Él sonrió.

-Te dije que tenía algo para que te cansaras y pudieras dormir.

-Lo sé. Tenías razón.

Él sonrió.

-Siempre la tengo.

-Eres un fanfarrón.

-Pero me amas.

-Sí. Más que a nada en el mundo.

-Y yo a ti.

Se besaron.

-Em, si queremos... Bueno, si queremos adoptar a los niños, creo que primero deberíamos hablar con ellos. Ya sabes, preguntarles qué opinan. Ambos son grandes y...

-No creas que no he pensado en eso. Vaya si lo he hecho. Pero aún así decidí que los quiero en mi familia el día de mi boda.

-Sobre eso...

-¿Qué?

-¿Sabes que la adopción es un trámite muy largo y complejo, cierto? No sé si... Si para la boda...

Emma se echó a llorar.

-Soy una tonta.

-No, claro que no.

-Sí. No había pensado en eso...

-Lo solucionaremos de algún modo. El día de nuestra boda ambos serán oficialmente nuestros hijos. Pero aún creo que hay que hablar con ellos.

Emma asintió. Se secó las lágrimas y dijo con tono firme:

-Tenemos que vestirnos. Hora de una reunión familiar.

Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora