Junto al río Támesis (Emma Watson y Rupert Grint) [Grintson]

Información involuntaria

A la mañana siguiente, Rupert despertó. Se sintió un poco confundido al ver a sus hijos a su lado, pero al recordar la noche anterior sonrió. Levantó la vista hacia su mano. Aún sostenía la de Emma. La miró. Se sorprendió al ver que estaba despierta y también lo miraba.

-Buenos días.

-Buenos días. ¿Hace mucho que despertaste?

-Bastante, sí.

-No me despertaste.

-Tú no eres el único que disfruta de ver a alguien dormir.

Él le sonrió.

-Te besaría pero estás lejos.

Ella rió. Rupert aprovechó para soltar su mano. Caminó hasta ponerse a su lado y la besó.

-Buenos días, princesa.

-Buenos días, caballero.

-¿Te gusta verme dormir?

-Sí. Te ves muy lindo.

-Y tú te ves hermosa. Te amo.

-Y yo a ti. Rupert...

-¿Qué?

-Sobre... Los trámites... Sé que es un proceso largo y complejo y...

-No te preocupes por eso. Te dije que lo solucionaría y es lo que haré.

-¿Qué planeas?

-Como le dije al sargento, tengo un amigo que es abogado y digamos que me debe varios favores... Le diré que puede evitar pagarme si nos ayuda. Es listo y abogado. Créeme, lo aceptará.

-No lo sé...

-Al menos lo intentaré. De hecho, lo llamaré.

-¿Ahora?

-No. Ha de estar durmiendo. Es temprano. Oye, lo siento, pero volveré a la cama. Estar acuclillado es muy incómodo.

-Está bien.

Rupert regresó a su lado. Pero estiró su mano para que Emma la cogiera. Sonriendo, eso hizo ella. Cerró los ojos. Demonios, se veía tan bonita así...

-Emma...

-¿Qué?

-Abre los ojos o saltaré sobre ti y olvidaré el significado de la palabra 'cordura'.

Ella rió.

-Mejor duerme.

-Lo intentaré.

Ambos cerraron los ojos y lograron dormirse.

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Apenas Helena abrió los ojos, sonrió. Tendría una nueva familia.

-Mamá...

-Lo siento. ¿Te desperté?-Preguntó Emma retirando la mano con la que acariciaba el cabello de Helena.

-No. Pero iba a decir 'Buenos días'.

Helena se volteó hacia Emma.

-Buenos días, mamá.

Ella sonrió.

-Hola.

-Hola, mamá.-Dijo Ryan despertando.

-Buenos días.

-Hola, cielo.-Dijo Rupert mirando las manos entrelazadas de ambos.

-Buenos días, Rupert.

Él sonrió.