Capitulo 4

10.9K 706 23
                                    

– creo que me estoy enamorando de ti, pajarito.

Los dos nos miramos fijamente, es una batalla azul contra azul, hasta que ya no puede más y suelta una sonora carcajada, se aleja de mí y se ríe, se ríe con ganas, sí, es gracioso, sabía que mentía pero es una broma demasiado tonta incluso para el, y lo digo en serio.

– eres aburrida, pajarito.

Suelto un bufido, odio ese apodo, no, mejor dicho, lo odio a él y a su sensu...lo odio, dejémoslo así.

– deja de llamarme así y dime que rayos haces aquí – bufo.

No suelo perder la paciencia, normalmente me suelo controlar frente a otras personas, intento ser "simpática", pero sencillamente Axel me saca de quicio, siempre está con una sonrisa en su rostro, como si fuera feliz, como si su vida fuera plena, sus ojos tienen ese brillo de felicidad y peligro, yo en cambio, por mucho que me esfuerce, no logro siquiera aparentar felicidad, quiero saber su secreto.

– no eres divertida – se queja haciendo un puchero adorab...¿qué rayos estoy diciendo? – venga, ha sido gracioso.

Entierra su dedo índice en mi costilla en un tonto intento de hacerme sonreír, patético, no tengo cosquillas.

– gracioso en que sentido?–  pregunto cruzándome de brazos.

Ahora realmente tengo interés en saber que es lo que le resulta gracioso de su mala broma, porque vamos, por mucho que lo intente, no le veo la gracia.

– elemental mi querida Watson – dice con una media sonrisa. Ja! Casi sonrío por llamarme así – es sencillo, nadie se enamoraría de ti.

Auch.

Vale, eso extrañamente me dolió, más de lo que me gustaría admitir, ¿alguna vez han oído eso de "la verdad duele", yo sí, siempre creí que eran puras patrañas, la verdad te hace más fuerte y sabio, sin embargo, esa verdad que nadie se atrevía a decirme, duele de una forma casi dolorosa, digo casi porque no es como que de pronto cambiaría mi forma de ser para enamorar a alguien, no me interesa eso, pero que alguien me lo diga de frente, como si fuera lo más obvio del mundo, duele un poco, juro que puedo sentir como mi corazón se oprime y esa vocecita en mi cabeza se queda callada analizando esa palabras, pero no hay nada que analizar, es la pura verdad, nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien como yo, supongo que yo misma me lo busqué, dejando que se cuente cosas que son absolutamente falsa, al menos en su mayoría.

Sí, dolió, supéralo, no es como si no lo supieras ya.

Esa insoportable voz, que nuevamente decidió hablar, tiene razón, no es como si no lo supiera, pero maldicion, duele.

– y bien, me vas a decir que rayos haces aquí?– gruño.

Pongo mi mano sobre su cara y lo empujo hacia atrás recuperando mi espacio personal, haciendo que ría divertido por esa acción tan infantil en mí, realmente tiene un problema con la maldita invasión de mi espacio, aunque tal vez así sea con todas las zorritas con las que se acuesta.

– Danna me llamó, me dijo que te ibas a meter en problemas si no llegaba, y vaya que tenía razón!– exclama negando con la cabeza – y como soy tu esposo, mi deber es proteger a mi damisela.

Hace un puño con su mano y lo pega a su pecho enderezándose, elevando el mentón como un caballero fiel a su reina, dramático.

Verdades Ocultas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora