Capitulo 28

6.2K 510 22
                                    

– si Matt no estuviera muerto, me dejarías y te irías con el?– aclara al ver mi mirada llena de confusión.

– el está muerto – respondo con dureza.

Frunzo al ceño al ver como sonríe de lado, no entiendo a qué viene eso, en serio no lo hago, acabo de decirle que he matado a su hermano y se le ocurre preguntar algo como eso, en verdad no entiendo el pensamiento masculino, o el de un gangster más específicamente.

– sabes que no es lo que te estoy preguntando – detiene el coche y espera que la puerta del garaje se abra para poder pasar – hipotéticamente hablando, si el viviese, me dejarías y volverías con el?

– por qué me preguntas eso?

– responde Sam – bufa con irritación – siempre dices que sigues amándolo, si él no hubiera muerto, me dejarías y te irías con el?

– la verdad es que no– admito.

De donde rayos salió eso? No es algo que realmente quiero que sepa, pero como ya se lo he dicho...no hay vuelta atrás, no me iría con Matt porque sé que él murió, yo lo vi, su vida se me escapó de entre mis manos.

– entonces me prometes que no me dejarás ni por el, ni por nadie?

– el ya está muerto.

Ahora la irritada soy yo, y él lo nota porque sonríe pues espera que se lo prometa, la realidad es que no lo dejaría por nadie, excepto por mí misma, si, puede ser que me guste y hablando totalmente en serio, puede que sienta algo realmente fuerte por el, pero solo estoy esperando el momento idóneo para darle el contrato de anulación matrimonial que creé hace un par de semanas o más, porque de algo estoy segura, no importa quién sea Axel, en mi vida no hay cabida para el amor, los envidiosos siempre se encargarán de arrebatármelo, y no permitiré que él tenga el mismo destino que Matt, puedo vivir con su muerte, pero el pelinegro es totalmente distinto, es que no puedo ni imaginármelo muerto, tan solo de pensar en ello mi tripa se revuelve como un huracán y se instala un sentimiento de angustia en mi pecho.

– lo prometo – susurro ganándome una gran sonrisa de su parte.

Pienso cumplir esa promesa, el motivo por el cual anule el matrimonio no tendrá que ver con Matt o con alguna otra persona, lo dejare por querer protegerlo, por protegerme a mí misma, lo haré por nosotros, si algún día llega a haber un "nosotros".

– bien, ahora me explicarás como es que terminaste así – se ríe de mi aspecto deplorable.

Entramos en el ascensor y estar en un espacio tan cerrado cambió el ambiente, todo fue tan espontáneo y natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miráramos a los ojos como dos tontos. El me miraba sonriendo como si yo fuera hermosa, o como si fuera una maravilla, el paraíso o la criatura más bella del mundo. Me miraba con esos ojos azules dulces y esa sonrisa sincera en los labios, en ese momento lo amé y comprendí una cosa, el porqué de los latidos acelerados de mi corazón, el porqué de ese raro sentimiento en la boca de mi estómago, el porque me sentí molesta cuando no vino a comer como siempre, el porqué ese chupeton en su cuello hace que la sangre me hierva de cólera, lo entendí y no debía dejar que el lo supiera, sin embargo mis labios ignoraron mis pensamientos.

– tú ya no volverás a estar solo, te lo prometo – aseguré con voz firme.

Sus ojos se abrieron en platos sorprendidos por mis palabras, era verdad, no volverá a estar solo.

– yo igual te lo prometo – sonrió depositando un beso en mi frente para luego mirarme fijamente, como dándole más sentido a su promesa que sabia no cumpliría.

Verdades Ocultas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora