Capitulo 12

5.7K 421 59
                                    

– sabes que cuando te pierdes en tus propios pensamientos todo de ti cambia?– pregunta acercándose – por ejemplo, tú mirada se vuelve melancólica, pero tus puños cerrados reflejan tu enfado, tu inconformidad de lo que sea que estés pensando, eres como un libro abierto Sam, al menos cuando te pierdes en tus pensamientos y eso no hace más que intrigarme por la persona que eres.

Retrocedo un paso a medida que se va acercando, pero la pared detrás de mí me impide moverme y antes de poder ir hacia otro lado, me encuentro arrinconada entre sus su cuerpo y la pared, haciendo de sus brazos dos gruesos barrotes que impiden mi huída, odio que los hombres hagan eso y me odio a mi misma por permitirlo.

– te pongo nerviosa?– pregunta socarrón.

Niego con la cabeza incapaz de formar una sola frase, su aroma natural inunda todos mis sentidos, nublándome la razón, entrelazando las palabras que a duras penas se forma en mi mente.

– yo creo que si – susurra acercando sus labios a los míos.

Mi cuerpo reacciona ante su cercanía pero no de la forma que me gustaría, por Dios! Lo acabo de conocer, no debería sentir esta atracción insana por el, no debería desear tener sus labios sobre los míos, debería quererlo lejos, pero mi cuerpo parece relajado, esperando casi desesperado el contacto de sus labios con los míos.

– me gustas – susurra sobre mis labios, entreabro los labios invitándolo a hacer contacto pero de pronto se separa de mi, retrocede a la vez que del bolsillo de su cazadora saca su iPhone y se lanza sobre mi sofá como si fuera suyo – no tienes televisión?– pregunta mirando la pared vacía frente a el.

Imágenes cruzan mi mente del momento en el que vi a Danna en medio de la sala con todo deshecho a su alrededor, pude sustituir los sofases blancos por uno más marrón, del color de la mierda, idea de Kris pero no he tenido tiempo de ir en busca de una televisión, sonrío al imaginar el como mi hermana pudo hacer todo ese desastre, está claro que ella es más fuerte de lo que cree y yo más débil.

– mi hermana lo rompió – confieso.

Me acerco y me siento en una esquina del sofá, apoyo mi brazo sobre sus rodillas flexionadas, miro la pared donde debería ir la tele, en realidad no pensaba comprar una, no soy adicta a esas cosas, me conformo con música y buen libro que leer entre mis manos, es todo lo que necesito para tener "diversión" un lunes en la noche.

– necesito saberlo – dice dejando a un lado su móvil – en serio ese hombre de antes era tu marido?– pregunta con una ceja enarcada.

– si, lo era pero me casé en las Vegas.

– así que solo te casaste porque estabas borracha o realmente lo amas?– pregunta visiblemente interesado.

Frunzo el ceño extrañada por su pregunta, no sé porque tanto interés, pero de alguna forma siento que puedo hablar de ello, me siento a gusto con el, es como si ya lo conociera de antes aunque sé que eso es imposible.

– al principio fue causa de la borrachera, eventualmente me enamoré de él, pero el no se merece mi amor, me apuñaló por la espalda – confieso levantándome. Ni el te merece y ni tú lo mereces, admítelo.– es tarde, deberías irte, la calle es peligrosa – sonrío ignorando esa voz.

– no te preocupes por mí – se encoge de hombros estirando las piernas, poniéndose más cómodo – vivo en el piso de abajo, así que no creo que me pase nada, además, me debes tu sujetador, dámelo gatita – sonríe elevando la mano con la palma hacia arriba.

– que dices?

Con una sonrisa golpeo su mano juguetona, Damon es un desconocido pero su presencia me tranquiliza, su mirada peligrosa y ese aura oscura que envuelve su cuerpo no supone un problema, el no intenta ser alguien que no es, no aparenta ser alguien más, es el, a veces juguetón como ahora, otras veces serio y la mayoría del tiempo frío y peligroso como cuando se para en ese ring dispuesto a matar a quien sea sin pestañear.

Verdades Ocultas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora