– lástima que tú reinado vaya a terminar muy pronto?– pregunta con una sonrisa.
Lo que llama la atención de Damon son sus tatuajes, ese aura oscura, e incluso sus labios, todo de él parece ser perfecto, y más aún sin la camiseta puesta, un Dios griego hecho carne, pero definitivamente lo que realmente te atrapa de el, es su sonrisa, dientes rectos y blancos, se le forma dos tiernos hoyuelos, una en cada mejilla, pequeñas pero aun así, visibles arrugas en la esquina de sus ojos medio achinados por su sonrisa, se ve hasta tierno.
– preciosa, esa gente me adora, tú pronto también lo harás – Importándole bien poco las cientos de personas que nos miran, introduce su dedo índice por el interior de la cinturilla de mi pantalón jean y tira con fuerza hasta que mi cuerpo choca contra el suyo, inconscientemente coloco mis manos frente a mi, amortiguando el golpe, de forma que ahora están pegados a su sudoroso torso, al darme cuenta el precipitado latir de su corazón, bajo las manos evitando cualquier tipo de contacto, pero es inútil dado que tengo prácticamente mi cuerpo pegado al suyo – tú no deberías estar aquí – me susurra al oído.
Un cosquilleo recorre mi cuerpo entero al sentir su caliente aliento chocar contra la piel desnuda de mi cuello, intento dar un paso hacia atrás pero su dedo sigue en la cinturilla de mi pantalón impidiendo que me mueva.
– a no? Y donde entonces? En Central Park paseando a mi maldito chihuahua?– bufo ocultando mi sonrisa – para tu información, soy más de pitbulls, cariño.
De un empujón consigo que se aleje de mi, su sonrisa se borra y con semblante serio mira a su alrededor, las personas gritan clamando por algo de mi sangre, en serio les gusta ver a la gente sufrir aquí arriba y yo estoy dispuesta a darle lo que buscan.
– mierda – gruñe apretando los puños.
Con curiosidad sigo su mirada, es difícil saber a quién mira cuando hay cientos de personas en el interior de este gran galpón, miro a Dave que mira en nuestra dirección con adoración, las personas sacan sus móviles y sacan fotos como si de un concierto de rock se tratase, reconozco a la pelirroja de la fila entre el el público, pero entonces mi mirada se detiene en un hombre, sentado dos sillas más atrás de mi lugar en la zona de los VIP, viste con una chaqueta negra de tela, pantalón jean oscuro, su cabello castaño peinado hacia arriba, esos ojos marrones me miran fijamente, una sonrisa adorna sus delgados labios y un sentimiento domina todo mi ser.
Odio.
Por algún extraña razón que desconozco, siento ganas de acercarme y matarlo a golpes, ver su sangre cubriendo mis maltratados nudillos, observar de primera mano cómo su vida se va apagando poco a poco a medida que voy ejerciendo presión en su cuello y no entiendo el porque de este deseo tan...cruel y macabro, no conozco a ese hombre sin embargo anhelo su muerte, lenta y dolorosa.
– ven conmigo – ordena Damon volviendo a mirarme.
No me da tiempo a protestar cuando se agacha, me abraza por las piernas y se levanta de manera que mi vientre está sobre su hombro y mi cara a centímetros de su pomposo culo, por inercia me sujeto de su cadera, oigo los abucheos de las personas pero yo no puedo quitar la vista de su culo, que se mueve al compás de sus acelerados pasos, sacudo la cabeza recobrando la compostura pero la vuelvo a perder al ver su tatuaje, la calavera me sonríe con esos colmillos, sus ojos grandes y completamente negro parecen de alguna forma felices, diferentes formas adornan sus gruesas cejas, su nariz de hueso, es simplemente hermoso, una obra de arte plasmada en su piel morena, con mi dedo índice sigo la línea del ojo de la calavera pero no termino de dibujarlo con la yema de mi dedo, cuando me baja de su hombro.
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Verdades Ocultas
RomanceLa Vegas, el inicio de una serie de malas tomas de decisiones, Sam no era diferente a esas miles de personas que tras un larga noche de borrachera, despertó en cama de otro (lo cual no es una novedad), con un anillo en su dedo anular, no cualquier a...