Verdades Ocultas

Extra 3

Mi corazón palpita demasiado rápido, siento una opresión en la boca del estomago producto de la excitacion, de la adrenalina corriendo desenfrenado por mis venas, sin querer suelto una pequeña risa emocionada ganándome una mirada extraña por parte del hombre sentado detrás del volante.

Habíamos salido de casa, el sol en lo alto del cielo acompañaba nuestro recorrido hacia algún restaurante de la ciudad, no dije nada cuando por el espejo retrovisor vi como un SUV negro nos seguía desde hacía media hora, no sabía el porqué exactamente había decidido guardar silencio, recuerdo que sonreí cuando otro coche del mismo modelo se incorporó a su lado, siguiendo las mismas calles por dónde íbamos nosotros, Axel no se había percatado de eso hasta que dos coches se colocaron a nuestro lado, uno a cada lado de nuestro vehículo, los cristales los tenían polarizados de forma que no podíamos ver quienes iban dentro, noté como se iba poniendo nervioso, no pude evitar reírme cuando soltó una maldicion al ver como la ventanilla del vehículo a su lado se bajaba y se asomaba el caño de una pistola, un revólver quizás, por lo que ahora nos encontramos acorralados por ambos lados, la fila de coches delante nuestro dificulta nuestra huída, nos han pillado pero para ser sinceros, solo esos idiotas se atreverían a atacar a plena luz del día.

– esto te divierte ¿no?– pregunta con voz dura y enfadado – te seguirías riendo si Max estuviera con nosotros?

Ante la mención de mi pequeño, la sonrisa que llevaba se me borra casi al segundo, tengo que admitir que realmente echo de menos un poco de adrenalina en mi vida, pero supongo que no me resultaría tan divertido si mi hijo estuviera en la parte trasera en su sillín, mi mente empezaba a imaginar posibles finales si mi hijo estuviera conmigo, cabe decir que acabaría mal, por lo que inexplicablemente, una potente rabia se apodera de mi cuerpo, mis demonios parecen haber despertado de su letargo, abro mi bolso y saco mi pistola al tiempo que ambos coches abren fuego contra nosotros.

– te abriré paso – sonrío.

Antes de que pueda hacer nada, aprovecho esa fracción de segundo en el que el coche a mi lado recarga municiones, bajo el cristal blindado del coche y disparo directo a la rueda del vehículo consiguiéndo así que se desvíe y choque con una farola, llevándose consigo a un par de coches que desesperados intentaban huir del atentado, Axel aprovecha y se mete por ese espacio que creé para nosotros, a partir de aquí, es más fácil huir pero para mí no es suficiente, saco medio cuerpo por la ventana y disparo al hombre que enfadado sale del coche enemigo, lo ultimo que veo antes de perdernos en el caos, es el cuerpo del sujeto caer al piso como un saco de patatas.

Entramos a un garaje publica bastante vacío teniendo en cuenta que ya es la hora de la comida, nos mantenemos unos cuantos minutos allí, escondidos y en completo silencio, me gustaría decirle que esconderse y huir no es la salida a ningún problema, pero opto por mantenerme en silencio.

– EN QUE ESTABAS PENSANDO?– grita incapaz de mirarme – pudiste haber muerto – dice antes de salir del coche y cerrar la puerta de un fuerte portazo.

Enfadado le da un un puñetazo al capote del coche, guardo el arma y salgo del vehículo con otra cosa en mano, sinceramente, en este momento no sé si quieres como calmar a la fiera de Axel, tiene hinchada la vena de su frente, el cuerpo totalmente tenso como la cuerda de una guitarra, todo de él grita: peligro!

– lo siento– me disculpo.

No me gusta verlo tan alterado, se que su mayor miedo es la muerte y lo que hice puso en peligro tanto su vida como la mía, pero es que en ese sentido somos muy diferentes, creo que yo siempre he pensado que la muerte es el mejor escape para una vida de mierda, no le temo pero tampoco voy tentando la muerte.

– sabía donde me metía al casarme con una Evans, pero Sam, si tú mueres yo....

– Axel, no se...