Verdades Ocultas

Capitulo 10

No importa si caes o tu misma te tiras, no importa cuantas veces falles, yo siempre estaré ahí para levantarte y decirte que todo estará bien.

Recuerdo el momento en el que mi padre pronunció esas palabras, estaba sentada en el piso con las rodillas raspadas, no sé muy bien que me llevó a estar en esa situación, pero papá estaba ahí, sentado en el piso frente a mi, sostenía una tirita entre sus dedos, su enorme figura lograba tapar el sol creando luz al rededor de su cuerpo, pensé que eran un ángel rubio de ojos azules, sin embargó recuerdo que cuando me dijo aquello, no le creí una sola palabra, sabía que no lo cumpliría, no sabría decir porqué, su forma de hablar e incluso su mirada era sincera, pero en ese momento pensé que todo lo que decía eran mentiras.

– no voy a pedir perdón por lo que hice – aclaro elevando la vista de esa pila de papeles perfectamente armada en el piso.

Hace cinco minutos que Darío está de piel bajo el umbral de la puerta, mirándome fijamente, había demorado cerca de media hora en mantener fija la torre de papeles y después me había quedado embobada en mis propios recuerdos, los pocos recuerdos que tengo de cuando era niña son con mi padre, me prometía cosas que sabía no cumpliría, no, estaba segura que no lo haría.

– lo sé, tu madre tiene un buen moretón – murmura cerrando la puerta.

Lo observo acercarse con paso seguro, su cabello está más rubio, el paso de los años ya empieza a cobrar factura en su apariencia, las arrugas en los ojos que antes no se notaba, ya empieza a ser más visible aunque el volumen de sus músculos aún no disminuyen ni un solo centímetro, su barba castaña es más espesa y el azul de sus ojos un poco más oscuros.

– por qué mamá es tan dura conmigo?– pregunto tomando asiento.

Con una tranquilidad casi contagiosa, papá toma asiento, apoya los codos sobre la mesa y entrelaza sus dedos para después apoyar su barbilla sobre ellos.

– ella creía que era lo mejor, física y mentalmente tú eres la más fuerte, he visto cómo actúas cuando te encuentras en situaciones de alto riesgo, piensas con la cabeza, no entras en pánico como tú hermana o incluso Drew – con una media sonrisa se recuesta sobre el respaldo del asiento – cuando sucedió el atentado a la fortaleza...Miguel hubiera muerto desangrado de no ser que tu detuviste la hemorragia, solo tenías cuatro años!!– exclama como si aún le sorprendiera aquello – más tarde Miguel me dijo que ya habías estado en situaciones similares y....

– tal vez entiendo el porqué mamá me trata así – lo interrumpo un poco aburrida de su historia – pero que hay de ti?

Mentirosa, no lo entiendes- me acusa esa molesta voz.

– yo...llegué demasiado tarde a tu vida Sam, intenté llegar a ti, pero cuanto más lo intentaba, más te alejabas de mi, y no te culpo por ello, yo....– se interrumpe y niega con la cabeza para después volver a mirarme, su mirada lo dice todo "decepción"– siempre fuiste así, haces lo que quieres, tu orgullo te impide ver más allá de tu nariz, eres vanidosa y egocéntrica, dices que estás sola, crees que solo eres una chica herida traicionada por su familia, crees que fuimos nosotros los que te dimos la espalda, se que crees que desconfiamos de ti, te dices a ti misma que no formas parte de nuestra familia, pero tú misma te excluyes – su repentino cambio de humor me sorprende un poco, ya no habla con dulzura, más bien con dolor y enfado – eres tú la que no confía en nosotros, no te importa pasar por encima de nosotros, golpeas a tu madre y....no me importa quién de las dos ha empezado!– grita cuando ve que voy a protestar – ni siquiera estas arrepentida, ni tú, ni tú madre....tienes el potencial de una mercenaria de rango "S", mataste a Chris sin problemas ni esfuerzos, has hecho lo que el FBI buscaba desde hace años, asesinaste a más de cincuenta personas dejando un rastro de muerte a tu paso en tan solo una semana, ¿cuantos años tenías en ese entonces? ¿Quince años? Dejaste que cientos de hombres mancillaran tu nombre ¿por qué? Sacaste a Kris de la carcel aún sabiendo que intentó matar a tu madre ¿por qué?