Verdades Ocultas

Capitulo 1

Había pasado tres largos días desde aquella noche en las Vegas, contraté un par de detectives para que buscasen a mi supuesto marido, por supuesto no dieron con él, no pueden hacer gran cosa con solo saber su nombre, y la descripción que les di no fue del todo objetiva, tal vez en mis memorias era más atractivo de lo que en realidad es, en fin, he estado tan nerviosa que ni siquiera me atreví a abandonar la fortaleza, tal vez las ganas de evitarlo era mayor que las de encontrarlo y por fin firmar ese estupido papel, el cual ni siquiera me moleste en crear, aunque...¿qué probabilidades había de encontrarlo aquí en Nueva York cuando lo conocí en la Vegas? Una en un millón, ni siquiera se porque me preocupo, tal vez vive en otra ciudad o país, muchas personas de distintas etnias van allí a divertirse.

– espero que estés lista.

La voz de mi padre me saca de mis pensamientos, seguía enfadado, no sé cuánto le puede durar su rabieta, no es como si hubiera hecho algo extraño, debería agradecer que no hay fotos embarazosa circulando por la red o revistas. Aún.

– vas a hacer un trabajo – gruñó demandante cuando subimos los cuatro en su coche – y no te estoy preguntando – añadió cuando estuve a punto de protestar.

Mamá me sonrió como siempre hacia, como si eso solucionara todo, no funciona, Danna estaba demasiado concentrada leyendo un libro, algo sobre derecho familiar o algo así, seguramente pronto tendría algún examen en la univeridad y necesita estudiar, suerte que yo ya no estudio.

– el hijo de un amigo se casó por accidente en las Vegas – mi vista voló hacia mi padre que hablaba mientras conducía por las calles de Nueva York– el la está buscando, porque al parecer la niña se echó a la fuga y...en fin, necesita de una abogada y le dije que tú lo harías.

Como dije, muchas personas cometían ese tipo de estupidez, me reconforta saber que no soy la única, ayudaría a su amigo, no es como si necesitase realmente el dinero, solo quiero distraer un poco mi cabeza, relajar el ritmo, por primera vez en mi vida, no necesito ningún tipo de atención, al menos de momento, quería hacer descansar un poco a los paparazzis, aunque solo es cuestión de tiempo que salga a la luz alguna mierda que hice aquella noche en las Vegas, maldita ciudad del pecado.

La fiesta no estaba mal del todo, hombres ricos furulaba de un lado para el otro, con mujeres hermosas colgando de sus brazos, la casa...la mansión también era bonita, tiene un decorado muy al estilo inglés, con objetos de valor incalculable y antiguos, mayordomos y algunas criadas iban de un lado para el otro con una bandeja plateada en manos, ofreciendo una copa de algún vino viejo a los invitados, no es el tipo de fiestas a la que estoy acostumbrada, pero no esta mal del todo, alguna canción de estilo clásico suena por unos pequeños altavoces instalados en cada esquina de la pared, en lo alto de esta para que no estorbe, una barra de bebidas había sido instalada en una esquina, un barman se esmeraba en preparar algún tipo de trago a algún cliente mientras hacía malabares con las botellas de licor que debía utilizar, impresionante.

Huyendo un poco de este ambiente tan...sofisticado por decirlo de alguna forma, me dirijo hacia una puerta abierta de par en par, creo que es el jardín, no me había dado cuenta lo grande que en realidad es esta casa hasta que salí, el jardín es jodidamente enorme, no bromeo, puedo decir con seguridad que es mucho más grande que mi casa, el jardín es hermoso, lleno de todo tipo de flores bien cuidadas, un invernadero cubierto se encuentra a un costado y en el centro miles de arbustos plantados estratégicamente, tiene un maldito laberinto en su jardín, en la parte trasera de la casa por supuesto, hubiera sido divertido si estuviera en la entrada, ver a los invitados nerviosos por salir de esos conjuntos de arbustos bien cuidados, verlos comerse la cabeza cuando no encuentran la salida, definitivamente hubiera sido algo digno de ver.