Se conoce como destino la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar.
De todas la personas del mundo, tuve que terminar casada con Axel, de todas las personas que podían ser sus padres, tenía que ser Katherine Moon, esa mujer me odia por razones infundadas, y pensar que hace unos años nos llevábamos bien...en realidad entiendo su reacio hacia mi, ni siquiera me atrevo a mirarla a los ojos, no porque me intimide o algo por el estilo, más bien por vergüenza.
– que rayos haces tú aquí? – rugió acercándose – tienes mucha cara zorra de cuarta.
Dicho eso me lanzó una bofetada de tal manera que me hizo retroceder por la fuerza del impacto, el sonido que hizo al impactar su palma con mi mejilla fue demasiado fuerte, si la situación fuera otra, le hubiera devuelto el golpe con más fuerza todavía, porque me duele, pero no tanto como mi corazón, ese dolor es infinitamente superior, sin embargo no lo hice, simplemente acepté el golpe, me lo merezco.
– yo...
– largo de aquí – gruñe cogiéndome del brazo.
Tal vez si fuera otra persona, me hubiera deshecho de su agarre y me hubiera quedado solo para fastidiar, pero al ser ella, simplemente dejé que clavara sus uñas en mis brazos y que me arrastrara hacia la puerta, Axel estaba demasiado sorprendido para siquiera reaccionar, no me pasó desapercibida la sonrisa de la castaña colgada del brazo del padre de Axel, no dije nada incluso cuando me empujó y cerró la puerta en mis narices, no, solo apoyé mi frente sobre la pesada puerta y dejé que mis lágrimas salgan con libertad, me abrace a mí misma deseando el abrazo de mi chico de mirada acaramelada, desee con todas mis fuerzas que estuviera aquí, consolándome como solo él sabía hacerlo, desee haber muerto en su lugar, daría lo que fuera con tal de tenerlo a mi lado, vendería mi alma al diablo, mataría a una población entera por el, pero él no volverá, por mucho que lo desee no lo hará, ya empiezo a olvidar cómo eran sus besos y eso me asusta más que cualquier otra cosa, no quiero olvidar nada de él.
– jamás lo hubiera imaginado, Samantha Evans llorando – dijo una voz burlesca.
Doy un puñetazo frustrada a la puerta a la vez que me seco las lagrimas y me giro a afrentar a un más que molesto Adam, realmente no quiero hablar con el, por lo que empiezo a caminar hacia la gran reja negra, a unos más que merecidos medio kilómetro, es una tontería colocarla tan lejos de la mansión pero bueno, es su casa y hacen lo que les da la gana con ella. Al pasar por a lado de Adam, este me cogió del brazo impidiendo que me aleje, él no había acabado conmigo, lo sé muy bien.
– lloras porque mi hermano fue lo suficientemente sensato como para no acostarse con una mujer como tú?– pregunta con malicia en la voz.
Sonreí pese a que lo que más quería era callarlo de un golpe y me deshice de su agarre, no iba a montar un espectáculo fuera, la única razón, Katherine Moon, no quiero que me odie más de lo que ya lo hace.
– déjame en paz – gruño con la voz ronca por las lágrimas derramadas.
Pero nuevamente vuelve a cogerme del brazo, con más fuerza, no pude aguantarlo y de una bofetada lo aleje de mí para poder irme sin ningún inconveniente más.
Tenías que haberlo investigado maldita idiota.
Esa voz tiene razón, debí haberlo echo, así habría evitado este mal rato, no dudo que Katherine le esté contando todo a su hijo, porque vamos, Axel acaba de mancillar el honor de su familia casándose conmigo, lo cual realmente no me importa, no me preocupa lo que le pueda contar, de todos modos es la verdad, soy una asesina que mató a su hijo pequeño, el menor de todos, lo asesiné, por mi culpa él ya no está entre nosotros, ya nadie verá esa sonrisa que hacía que mi corazón palpitase con fuerza, su presencia ya uno iluminará el día más oscuro, él ya no está, se fue para siempre.
ESTÁS LEYENDO
Verdades Ocultas
RomanceLa Vegas, el inicio de una serie de malas tomas de decisiones, Sam no era diferente a esas miles de personas que tras un larga noche de borrachera, despertó en cama de otro (lo cual no es una novedad), con un anillo en su dedo anular, no cualquier a...