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Alerta: Este capítulo contiene un tema sensible para algunos lectores. Se recomienda discreción.

•••Dos semanas antes de la consulta

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Dos semanas antes de la consulta.

—Está ebria. Otra vez—le avisa Logan a Adelaide cuando regresa de la cocina a la habitación que ambos comparten—. No hay nada, creo que Luke ya tomó las últimas galletas que quedaban en la alacena.

—¿Ni siquiera un pedazo de pan?—cuestiona la chica, sintiendo como su estómago demanda algo de comida. Logan niega con la cabeza y Adelaide suspira, pensando qué hacer—John salió temprano, tal vez fue a desayunar con su novia. No nos quedan muchas opciones.

Adelaide toma su almohada y mete la mano dentro de la funda para sacar algo de dinero que ha estado ahorrando desde que llegó a esta casa.

—No, Ada. Ese dinero es para salir de aquí, no podemos desperdiciarlo.

—¿Desperdiciarlo en comida?—dice con ironía—Logan, si esperamos hasta que a Dorothea se le prenda el foco y vaya a comprarnos algo para los siguientes días, ya habremos muerto por desnutrición.

Él sabe que Adelaide tiene razón, pero no quiere que salga de la casa. Aunque sea poco, es el tiempo suficiente para que sus crisis regresen y no está seguro de poder controlarse.

—Déjame ver tu muñeca—le pide Adelaide y él vacila un poco antes de hacerlo. La chica siente su corazón palpitar muy rápido cuando ve tres nuevas marcas en ella, al parecer hechas hace algunas horas—. Logan, estaré de vuelta cuando menos pienses. Ya sabes qué es lo que tienes que hacer, cuenta...

—Hasta que regreses a la casa. Lo sé.

—Eres muy fuerte, Logan. Tú puedes hacerlo.

Adelaide abraza al chico fuertemente para luego salir de la habitación y recorrer las escaleras. Wendy está sentada en el sillón, comiendo una pequeña galleta que Luke le dió para calmar su hambre.

—Ade, ¿a dónde vas?—le pregunta la niña con voz tierna.

—Iré a traer algo para comer, vuelvo rápido.

—¿Y Logan?—la niña sabe todo lo que pasa en la casa y a Adelaide le parte el corazón que, a pesar de tener 6 años, comprende la gravedad de los problemas que la rodean.

—Estará bien, no te preocupes.

La niña asiente y sigue viendo la tele, mientras Adelaide se adentra a la cocina, encontrando a Dorothea tirada en el piso, balbuceando estupideces y sujetando una botella como si fuera un bebé.

Banshee [MARVEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora