Banshee [MARVEL]

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—¿Estás lista?—le pregunta Jones, apunto de abrir la puerta del área de visitas.

Adelaide asiente y él abre la puerta, para encontrarse con el desconocido que resulta ser su padre.

Lograron convencerla de hablar con él, pero trajo a Jones para que él también se informe y no tenga que volver a ver a ese hombre cada que tenga dudas.

—Hola—le saluda, lleno de nervios—. Gracias por acceder, yo...

—Quiero que sea rápido. Sin rodeos ni excusas—se adelanta la chica y se sienta frente al hombre—. ¿Cuál es el propósito de las Banshee?

Paul ve al chico que la acompaña y este sonríe levemente, con la intención de relajarlo.

—Bueno... Las Banshee se originan en Irlanda, ocasionadas por un experimento y creación de un gen—empieza, tratando de recordar todo lo que su esposa le había contado—. Se pasa de generación en generación y cada Banshee tiene una conexión muy fuerte con la muerte. Se condenan a vivir con voces en la cabeza, y en realidad no pueden evitar muertes, pero las ondas sonoras que emiten pueden ser utilizadas como un arma y escudo. Tu grito puede matar a alguien, si es lo que deseas.

—¿Cómo puedo hacerlo?

—Tu controlas la potencia de tu grito. Si es de dolor, físico u emocional, puede que no pase de provocar algún temblor o destruir objetos. Pero si quieres herir a alguien de gravedad, no es necesario usar tu voz. Las ondas recorren tu cuerpo, viajan hacia tus manos para poder manipularlas con facilidad. Así controlas contra quién va esa energía—dice, aunque no responde la pregunta—. Y si lo que quieres es matar, debes usar ambas para provocar una explosión positrónica en sus mentes. Tus manos y tu voz son el conducto de tu poder.

—Bien—logra decir mientras asimila lo dicho por su padre—... ¿Y eso es todo?

—Eso es lo básico—continua, sentándose frente a su hija—. Cada Banshee tenía una habilidad especial, algo adicional. Pero al ser la última Banshee y, según tu madre, la más poderosa, esas habilidades residen en ti.

—¿Qué clase de habilidades?—se adelanta Jones, quien ya tomaba notas para preparar el entrenamiento de Adelaide.

—Visiones y proyecciones mentales, esas únicamente con las personas más cercanas a ti—de inmediato, recuerda lo de Peter y encuentra una explicación ante lo que impidió que saltara de aquel edifico—. Sentidos sobrehumanos, tu audición puede llegar a distancias muy lejanas, tu vista es excelente en lugares oscuros, tu olfato detecta cadáveres a distancias muy amplias—ella frunce el ceño—. Puede que aún no desarrolles algunas, pero lo harás con el tiempo. Eso es muy seguro.