Banshee [MARVEL]

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—¿John?

Al escuchar su voz, John la suelta de inmediato y quedan cara a cara. Él porta un uniforme similar al de los Watchdogs, incluyendo la máscara, y le apunta con duda a la morena.

—¿Ade? Eres tú...—se quita la máscara, y en ese momento de descuido, una telaraña le quita el arma y Jones se adelanta para taclearlo—¡Suéltame! ¡Adelaide, dile que me suelte!

Ella aún está en shock. Le duele el pecho y siente como si su corazón se estrujara. John pertenece a los Watchdogs, y estaba dispuesto a matarla hace pocos segundos.

—Sácala de aquí—le pide MJ a Peter, ya que sabe que es una escena muy difícil de ver para la joven.

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Al llegar a la Base, encerraron a ambos criminales en las recién remodeladas celdas de contención, donde no había forma de escapar, aún con poderes.

—Charlie Dillon vivía con su madre en Brooklyn, después de que su padre los abandonó—informa María, proyectando la imagen del niño—. Empezó a desarrollar sus poderes hace un año, cuando mató por accidente a su mamá. Lo mantuvieron en un "centro psiquiátrico", donde lo drogaban para que no usara sus poderes.

Ella muestra las imágenes del supuesto centro de psiquiátrico, el cual está en pésimas condiciones y parece ser más como una pequeña cárcel.

—El gobierno cerró el lugar hace poco y los niños contenidos quedaron desamparados. Por eso Inna lo encontró.

—De verdad traté de calmarlo—suelta Adelaide, viendo con tristeza la cara del niño—. Traté de hablar con él, hacerle saber que nosotros no somos los malos... Pero ella lo manipuló.

—Adelaide, las cosas no siempre salen como las planeamos. El niño era una amenaza, y nadie pudo haber hecho algo por él—consuela Stark, acercándose a la chica.

—Pero...

—Por lo menos ahora sabemos los planes de Inna—interrumpe María, apagando la proyección—. Y si estaba cerca, entonces también te vió gritando, y usando tus ondas. Eso es exactamente lo que quería.

—¿Qué querías que hicieran?—rechista, poniéndose a la defensiva—¿Que me quedará de brazos cruzados para que me raptaran los Watchdogs?

—No, Adelaide. Tú no debiste moverte de tu lugar sin órdenes, ni tomar decisiones tan importantes sin consultarlo con nosotros—replica María, ya que Jones les contó lo que pasó antes de que el niño los atacara y que fue su idea atrapar a uno de los Watchdogs—. Eres una agente ahora, y los agentes siguen órdenes.