•21•

1.6K 205 32
                                    

•••

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•••

Adelaide abraza con fuerza al hombre enmascarado, mientras se balancea por los enormes edificios con sus telarañas y la lleva a una calle segura para intentar calmar su ansiedad.

—Ya pasó, tranquila...

La chica no deja de temblar y sentir esa horrible sensación de vértigo que casi termina con su vida.

—¿Q-qué tal s-si regresa?—tartamudea, provocando que al chico enmascarado se le haga un nudo en el estómago. Le aterra la idea de que Adelaide esté en peligro.

—Si vuelve a aparecer, vendré a rescatarte. No permitiré que te haga daño.

Ese es el punto. Adelaide no quiere que la rescaten. Quiere salvar su propio pellejo sin ayuda de alguien más, y lo acaba de descubrir.

—Te llevaré a tu casa...

—No—responde con rapidez, como si tuviera miedo de regresar—. No hay nadie. Yo... no quiero estar sola.

—Entonces... ¿A dónde te llevo?

Piensa detenidamente en alguien que la recibiría sin problema, que la pueda escuchar y no la dejaría sola. La primera persona que pasa por su mente es Peter.

—Tú conoces a Peter Parker, ¿cierto?—le pregunta la chica y el chico siente un nudo formarse en su estómago—Él lo dijo una vez, el año pasado.

—¿Quieres que te lleve con él?—inquiere y ella asiente, obligándolo a planear con rapidez cómo dejarla y recibirla en el departamento al mismo tiempo—Está bien. Mientras te sientas a salvo con él.

Adelaide se da cuenta de que fue una decisión demasiado rápida, ya que no consideró desde un principio a Michelle, o a Jones, ni siquiera a John. Pero sabe que no se equivocó al pensar en Peter, ya que es el único que no la conoce tanto como para juzgarla.

Vuelve a sostenerse del hombre araña y éste empieza el recorrido por la ciudad, colgándose de varios edificios y provocando una horrible sensación de vértigo en Adelaide, pero no tan horrible como lo que sintió al caer de aquel edificio.

Él se detiene frente a un edificio bastante grande, y permite que la chica toque el suelo con sus pies.

—No sé cómo agradecerte. Me salvaste de una muerte segura.

—Tú te salvaste, linda. Yo sólo te hice reaccionar y te ahorré un poco de esfuerzo para no caer contra el piso.

—Gracias, Spider-Man. En serio—la chica ve fijamente la máscara del hombre, tratando de encontrar sus ojos.

—Es en el séptimo piso, primer departamento a mano izquierda al salir del elevador. Estaré al pendiente de ti, no lo dudes, Adelaide.

El hombre desaparece entre los edificios y deja a la chica bastante impactada. ¿Cómo supo su nombre si no se lo había dicho?

•••

Ella toca el timbre del departamento que el enmascarado le había indicado, sintiendo su corazón palpitar con fuerza cuando la puerta se abre de inmediato y revela a Peter, agitado y con una cara de preocupación.

—Adelaide... ¿qué pasa?

—Yo...—no puede contenerse por más tiempo, así que deja que las lágrimas salgan de sus ojos.

Adelaide se odia a sí misma por lo débil que se ve en ese momento, pero tenía que hacerlo. Ya no sólo es el trauma de su experiencia cercana a la muerte, sino también todo lo que pasó con Dorothea, y todos los sucesos horribles que han pasado en tan sólo un mes.

Peter reacciona con rapidez y la toma en sus brazos, con el corazón roto por verla de esa manera. La deja pasar y le ayuda a sentarse en el sillón, ya que se siente demasiado débil para siquiera agacharse.

—¿Qué pasó? ¿Puedes contarme?—le dice Peter al sentarse a un lado de ella.

—De verdad lo siento, Peter—logra decir sin que su voz se quiebre—. No quiero molestar, en serio. Pero no tenía otro lugar a dónde ir.

Eso es mentira. La casa de Michelle quedaba más cerca del área donde se encontraba hace unos minutos, pero algo en ella pensó en Peter primero.

—No molestas, Adelaide. Pero dime, ¿qué pasó?

—Tuve una pelea con la señora Morris y ella se fue al Orfanato a arreglar algo. Salí a dar una vuelta y había una mujer siguiéndome—trata de buscar cómo contar lo que pasó de tal manera que no revele su secreto—. No sé cómo, pero terminé desmayada y desperté en un edificio demasiado alto, y me tiró.

—¿En serio?—suelta Peter, fingiendo sorpresa—¿Estás bien? ¿Te hirió?

—No, no físicamente. De no ser por Spiderman-Man, habría muerto.

Para ella así fue, pues el hecho de gritar sólo le ahorro unos segundos para que el hombre se recuperara y lograra atraparla con su telaraña.

—Ya llegué, Peter—anuncia la tía May al entrar al departamento con algunas bolsas del supermercado, y se detiene preocupada al ver a Adelaide en su estado—. Cariño, ¿qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Necesitas de mi ayuda?

—May, tranquila—la calma Peter al notar que Adelaide se sentía incómoda con tantas preguntas—. Ella está bien, le dieron un susto muy grande.

—Me asaltaron, a unas cuadras de aquí—miente Adelaide y ve a Peter para que él le siga la corriente—. Siento mucho molestar, pero no supe a donde más ir. En serio lo siento, señora May... Ya debería retirarme...

—No, no, cariño. No es ninguna molestia. Ya me ha pasado algunas veces, sé que te sientes exaltada y nerviosa, así que te prepararé un té de manzanilla.

—No se preocupe, en serio. Ya es muy tarde y es probable que la señora Morris esté preocupada por mí.

—Dijiste que había salido, ¿no?—pregunta Peter, recibiendo una mirada fulminante por parte de Adelaide.

—Adelaide, puedes quedarte si quieres. Ya es muy tarde como para que regreses sola.

—No se preocupen, yo...

La chica reflexiona brevemente, que si se va sola corre más peligro y que lo más probable es que Dorothea no haya regresado aún.

—Puedes dormir en mi habitación y yo duermo en el sillón, por eso no te preocupes—dice Peter, tratando de convencerla.

—En serio no quiero...

—Si no quieres está bien, te acompañaremos a tu casa—contesta May, poniendo agua en una pequeña tetera.

—No... Está bien, gracias por aceptarme—accede, sólo porque no quiere que recorran media ciudad dos veces solo por dejarla en la casa de Dorothea—. Me iré temprano, no se preocupen.

—Yo te llevaré antes de ir a mi trabajo, cariño. Así tendrás tiempo de alistarte para ir a la escuela.

—Muchas gracias, en serio—les dice a ambos y ellos le sonríen ampliamente.

—Con tal de que estés segura—contesta Peter y Adelaide siente algo extraño en su estómago al ver la linda sonrisa que el chico le dedica.

•••

Banshee [MARVEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora