Banshee [MARVEL]

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Adelaide reacciona de inmediato y acciona sus brazaletes, preparada para atacar a la mujer con sus ondas.

—Será mejor que no lo hagas, porque la caja aún existe en este año, y tu grita la despertará—indica la mujer—. Aún no está lista para desarrollar los poderes que ya tienes.

—¿Cómo... cómo sabes de eso?

—Yo lo se todo, Banshee. Incluso sobre la profecía.

—¿De qué hablas?

—La profecía sobre la última Banshee. Tu destino.

—Ade, tenemos que enfocarnos—habla Bruce, aún en su forma humana pero de manera fantasmal.

—Comencemos de nuevo, ¿de acuerdo?

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La mujer le ayudó a Adelaide a mover el cuerpo de Hulk a una silla de playa, con un sombrero puesto en la cara. Ahora Banner y Adelaide tratan de convencer a la mujer de darles aquel collar, o por lo menos la gema, después de explicar sus razones.

—Lo siento, no puedo ayudarles. Si renuncio a la Gema del tiempo para ayudar a su realidad, estoy condenando la mía.

—Con el debido respeto, no estoy seguro de que la ciencia realmente lo respalde—responde Bruce.

La mujer crea una proyección con un rayo largo que simula el flujo del tiempo.

—Las Gemas del Infinito crean lo que experimentas como el flujo del tiempo. Retira una Gema y ese flujo se divide—ella apaga la proyección de la Gema del tiempo y muestra una corriente negra que indica un punto de divergencia—. Ahora, esto puede beneficiar su realidad, pero a la mía... no tanto. En esta nueva Realidad ramificada, sin nuestra arma principal contra las fuerzas de la oscuridad, nuestro mundo será invadido. Millones sufrirán. Entonces, dígame, doctor, ¿puede su ciencia evitar todo eso?

—No, pero podemos borrarlo—se anima a hablar Adelaide, captando la atención de ambos—. Porque una vez que hayamos terminado de usar las Gemas, podemos devolver cada una a su propia línea de tiempo en el momento en que se tomaron. Entonces, cronológicamente,—toma la proyección de la Gema del Tiempo—en esa realidad—la vuelve a poner en su lugar—nunca se fue.

—Pero están omitiendo la parte más importante. Para devolver las gemas, tienen que sobrevivir.

—Lo haremos. Lo prometo—asegura Bruce.

—No puedo arriesgar esta realidad con una promesa. Es deber del Hechicero Supremo proteger la Gema del Tiempo.

—Entonces, ¿por qué demonios Strange la dejó ir?—inquiere Adelaide, provocando que la mujer voltee con sorpresa.

—¿Qué dijiste?

—Strange se la dio a Thanos.

—¿A propósito?—vuelve a cuestionar, incapaz de comprender lo que le dicen.