Banshee [MARVEL]

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—Adelaide...—logra decir su padre, con un tono doloroso para la chica—Estás tan grande, mírate...

—Tienen media hora, señor Stark. Recuerde que es sólo un favor—interrumpe el oficial, antes de retirarse.

—¿Stark? ¿Tony Stark?—su padre se percata de la presencia del antes mencionado—¿Qué hacen aquí? Aún falta tiempo para...

—Se adelantaron los planes. Ella regresó.

—Inna está muerta. Por eso estoy aquí—suelta, preocupando a Adelaide por la falta de arrepentimiento en la voz de su padre.

—Sobrevivió.

El señor Evans toca su cabeza estresado, pensando en qué tal vez estar en prisión por casi 17 años ha sido en vano.

—La buscó—añade Tony, refiriéndose al encuentro con la mujer hace apenas unas horas.

Su mirada se dirige rápidamente hacia la chica, con la misma cara de preocupación.

—Adelaide, no debes creer nada de lo que te haya dicho...—él se había acercado a la chica de manera intimidante, por lo que ella se exalta al instante.

Y así él se da cuenta de que no lo puede tratar como se trata a una hija, porque él nunca ha sido un padre para ella.

—Lo siento... Yo...

—Hey, está bien—se adelanta Stark, tranquilizando a la chica mejor de lo que él pudo haberlo hecho—. Si no quieres quedarte más tiempo, lo podemos hacer otro día.

—Estoy bien... estoy bien, solo... Vine a hacerte unas preguntas—contesta Adelaide, dirigiéndose al hombre.

—¿Qué es lo que quieres saber?

—Todo.

—Siéntate, por favor—le pide su padre, y ella lo hace—. Primero que nada, quiero decirte que no fue mi intención dejarte sola. Me dejé llevar por el odio...

—Al grano, Paul. No tenemos mucho tiempo—le apresura Stark, quien recién se había recargado en la puerta.

—Sí, está bien—contesta, tratando de ordenar la historia—. Tú madre y yo éramos agentes de SHIELD. Nos prepararon juntos, así fue como nos conocimos. Me enamoré de ella al instante—forma una sonrisa nostálgica, y sus ojos se cristalizan levemente—. Cuando me contó sobre su condición, temía que la abandonara. Pero a mí no me molestaba, estaba dispuesto a cuidarla y a ayudarle en caso de ser necesario. Nos casamos, y tú venías en camino. Todo iba bien, hasta que ella desapareció.