—Elena me dijo que te vio el sábado pasado.—susurro en voz baja.—No lo hizo.—él frunce el ceño.
—¿No fuiste a verla, cuando me fui?
—No.—dice bruscamente, irritado.—No fui a ningún lugar el pasado fin de semana. Me senté y empecé a leer un libro que dejaste, me tomó toda la semana.—añade en voz baja.
Miro corazón se aprieta de nuevo. La Sra. Johnson dijo que lo vio. ¿Lo hizo o no lo hizo? Ella está mintiendo. ¿Por qué?
—Contrariamente a lo que piensa Elena, no me apresuro a ella con todos mis problemas, Karol. No corro hacia nadie. Tu puedes haberlo notado, no soy muy hablador.—él aprieta su agarre sobre el volante.
—Bruno me dijo que no hablaste durante dos años.
—¿Lo hizo?—la boca de Ruggero se tensa en una línea dura.
—Como que le saque la información.—avergonzada, me quedo mirando mis dedos.
—Entonces, ¿qué más dijo papá?
—Dijo que tu mamá fue el médico que te examinó cuando fuiste llevado al hospital. Después de que te descubrieron en tu apartamento.—la expresión de Ruggero permaneció en blanco... cuidadosa.
—Dijo que aprender a tocar el piano ayudo. Y Mía.
Sus labios se curvaron en una sonrisa afectuosa con la mención de su nombre. Después de un momento, dice:
—Ella tenía unos seis meses de edad cuando llegó. Yo estaba muy emocionado, Matteo un poco menos. Ya había tenido que lidiar con mi llegada. Ella era perfecta. Menos que ahora, por supuesto.—ríe, y me alegra que hablar sobre su hermanita lo haga sonreír.
—¿Qué ocurrió con Matteo? ¿Dónde se encuentra ahora?
—En un viaje de negocios, en China.
—¿Te puedo preguntar algo acerca de Elena?—nos paramos en un semáforo. Él me mira con recelo.
—Si tienes que hacerlo...—dice entre dientes en mal humor, pero no dejo su irritabilidad disuadirme.
—Me dijiste hace tiempo que ella te amo de una manera que encontrabas aceptable. ¿Qué significa eso?
—¿No es obvio?
—No, para mí.
—Estaba fuera de control. No podía soportar que me tocaran. No puedo soportarlo ahora. Para un adolescente de catorce, quince años con las hormonas en su apogeo, fue un momento difícil. Ella me mostró una manera de desahogarme.
Oh...
—Mia dijo que eras un luchador.
—Cristo, ¿qué pasa con mi locuaz familia? En realidad, eres tú.—no hemos detenido a más luces, y entorna los ojos en mí.—Persuades a las personas para obtener información.—sacude la cabeza con disgusto simulado.
—Mia ofreció esa información. De hecho, estaba muy comunicativa. Le preocupaba que empezaras una pelea en la carpa si no me ganabas en la subasta.—murmure con indignación.
—Oh, nena, no había peligro de ello. No había manera de que permitiera que nadie bailara contigo.
—Dejaste al Dr. Flynn.
—Siempre está la excepción a la regla.
Empiezo a sentir un olor húmedo, a sal y el aire es fresco. Estamos cerca del puerto. Ruggero se detiene en la entrada imponente y frondosa del puerto Alaska Way de Seattle, y estaciona a unos metros de los distintivos barcos de pesca, al lado de una fuente de piedra pintoresca.
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CUMPLIENDO TUS REGLAS [TERMINADA]
Fanfiction•~[Contiene temporada 1, 2 y 3]~• "Ella llegó a su vida para darle un giro inesperado y salvarlo de sus sombras, él atropelló sus pensamientos de la vida en la cuidad y ahora tendrán que luchar contra todos para cumplir su objetivo". «Ser felices...