—Se trata de control, Karol. ¿Cuán impotente te sentirías tu si estuvieras atada y no pudieras hablar? ¿Qué confiada tendrías que estar, sabiendo que yo tengo tanto poder sobre ti? ¿Que yo tengo que leer tu cuerpo y tu reacción, en lugar de escuchar tus palabras? Te hace más dependiente, me pone en el control final. Yo trago.
—Suenas como si lo extrañaras.
—Es lo que yo sé—. Murmura, mirándome. Sus ojos grises están muy abiertos y serios, y el ambiente entre nosotros ha cambiado como si él estuviera en el confesionario.
—Tú tienes poder sobre mí. Sabes que sí—. Le susurro.
—¿Sí? Tú me haces sentir, indefenso.
—¡No!—. Oh cincuenta...—. ¿Por qué?
—Porque eres la única persona que conozco que realmente podría hacerme daño—. Él me alcanza y mete mi cabello detrás de la oreja.
—Oh, Ruggero... eso funciona en ambos sentidos. Si no me quisieras...—. Me estremezco, mirando hacia abajo a mis dedos retorcidos. Allí yace mi otra oscura duda acerca de nosotros. Si él no estuviera tan... roto, ¿él me querría? Niego con la cabeza. Tengo que tratar de no pensar así.
—Lo último que quiero hacer es hacerte daño. Te amo—. Murmuro, llegando a pasar mis dedos por su patilla y frotar suavemente la mejilla. Él inclina su cara hacia mí toque, deja caer la mordaza de regreso en el cajón, y llega hasta mí, sus manos alrededor de mí cintura. Me tira contra él.
—¿Hemos terminado de mostrar y hablar?—. Pregunta, su voz suave y seductora. Su mano se mueve hacia arriba de mi espalda a la nuca.
—¿Por qué? ¿Qué querías hacer?—. Él se inclina y me besa suavemente, y me derrito contra él, sujetando sus brazos.
—Karol, casi fuiste atacada hoy—. Su voz es suave pero helada y cautelosa—¿Y?—. Pregunto, disfrutando de la sensación de su mano en mi espalda y su proximidad. Empuja su cabeza hacia atrás y frunce el ceño hacia mí.
—¿Qué quiere decir con, “Y”?—. Reprende. Miro a su encantadora y mal humorada cara, y yo estoy deslumbrada.
—Ruggero, estoy bien—. Él me envuelve en sus brazos, sosteniéndome cerca.
—Cuando pienso en lo que podría haber sucedido...—. Respira, enterrando su cara en mi cabello.
—¿Cuándo aprenderás que soy más fuerte de lo que me veo?—. Susurro tranquilizadoramente en su cuello, inhalando su aroma delicioso. No hay nada mejor en el planeta que estar en los brazos de Ruggero.
—Sé que eres fuerte—. Reflexiona Ruggero en voz baja. Besa mi cabello, y luego para mí gran decepción, me libera. ¿Ah? Agachándome pesco otro artículo del cajón abierto. Varias esposas unidas a una barra. Lo sostengo.
—Eso—. Dice Ruggero, sua ojos oscureciéndose—, es una barra de separación con restricciones de tobillo y muñeca.
—¿Cómo funciona?—. Pregunto, realmente intrigada. Mi subconsciente asoma la cabeza fuera de su búnker.
—¿Quieres que te enseñe?—. Jadea sorprendido, cerrando los ojos brevemente. Parpadeo hacia él, cuando abre los ojos, ellos están brillando.
Oh mi...
—Sí, quiero una demostración. Me gusta ser atada—. Susurro mientras mi subconsciente da un salto desde el búnker hacia su chaise longue.
—Oh, Karol—. Murmura él. De repente, se ve afligido.
—¿Qué?
—No aquí.
—¿Qué quieres decir?
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CUMPLIENDO TUS REGLAS [TERMINADA]
Fanfiction•~[Contiene temporada 1, 2 y 3]~• "Ella llegó a su vida para darle un giro inesperado y salvarlo de sus sombras, él atropelló sus pensamientos de la vida en la cuidad y ahora tendrán que luchar contra todos para cumplir su objetivo". «Ser felices...