•CAPÍTULO 2•

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Ruggero de un universo diferente, si sólo supiera. Me río.

—Gracias, mamá—Bob se une a nosotros, sonriéndonos dulcemente tanto a mamá como a mí.

—Hiciste una hermosa niña, Carolina—dice con los ojos brillando de orgullo.

Se ve tan pulcro en su smoking negro con chaleco rosa pálido… Las lágrimas pican en la parte de atrás de mis ojos. ¡Oh, no... hasta ahora me las he arreglado para no llorar!

—Tú ayudaste a criarla y hacerla crecer, Bob —la voz de Carla es melancólica.

—Y amé cada minuto. Haces un infierno de novia, Karol —Bob mete el mismo mechón de pelo detrás de mi oreja.

—¡Oh, papá...! —reprimo un sollozo, él me abraza a su manera breve y torpe.

—También vas a hacer un infierno de esposa —susurra con voz ronca. Cuando me libera, Ruggero está de nuevo a mi lado. Bob le da la mano con afecto. —Cuida de mi niña, Ruggero.

—Tengo toda la intención, Bob. Carolina—asiente con la cabeza a mi padrastro y besa a mi madre.

El resto de los invitados a la boda han formado un arco humano para que nosotros lo atravesemos, llevándonos alrededor del frente de la casa.

—¿Lista? —dice Ruggero.

—Sí.

Tomando mi mano, me lleva bajo sus brazos extendidos mientras nuestros invitados nos desean buena suerte y nos felicitan, lanzándonos arroz. Esperándonos con sonrisas y abrazos al final del arco están Antonella y Bruno. Toman turnos para abrazarnos y besarnos a ambos. Anto está emotiva de nuevo, ofreciéndonos una apresurada despedida.

Robert está esperando por llevarnos lejos en el SUV Audi, mientras Ruggero sostiene la puerta abierta del coche para mí. Me doy vuelta y lanzo mi bouquet de rosas blancas y rosadas hacia la multitud de mujeres jóvenes reunidas. Una triunfante Lucía lo sostiene en lo alto, con una sonrisa de oreja a oreja. Mientras me deslizo en el SUV riéndome de la audaz atrapada de Luci, Ruggero se inclina para recoger la cola de mi vestido. Una vez que estoy segura dentro, se despide de la multitud. Robert sostiene la puerta del coche abierta para él.

—Felicitaciones, señor.

—Gracias, Robert —le responde Ruggero mientras se sienta junto a mí.

Cuando Robert se retira, nuestros invitados a la boda bañan el coche con arroz. Ruggero agarra mi mano y me besa los nudillos.

—¿Todo bien hasta ahora, Sra. Pasquarelli?

—Hasta el momento todo maravilloso, Sr. Pasquarelli. ¿Hacia dónde vamos?

—Sea Tac—dice simplemente y sonríe como una esfinge.

Hmm... ¿Qué está planeando?

Robert no se dirige a la puerta de salidas como espero, sino hacia a través de una puerta de seguridad y directamente hacia la pista de aterrizaje. ¿Qué? Y luego la veo, el avión de Ruggero... Pasquarelli Enterprises Holdings Inc. en grandes letras azules a través del fuselaje.

—¡No me digas que de nuevo estás malversando los recursos de la empresa!

—Oh, eso espero, Karol—Ruggero sonríe. Robert se detiene al pie de la escalinata que conduce al avión y sale del Audi para abrir la puerta de Ruggero. Tienen una breve conversación y luego él me abre la puerta, y en lugar de dar un paso hacia atrás para darme espacio para salir, se inclina y me alza.

¡Waoh!

—¿Qué estás haciendo? —chillo.

—Cargándote para cruzar el umbral —dice.

CUMPLIENDO TUS REGLAS [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora