Me tumbo en su pecho. Estamos en el suelo del cuarto de la TV.
—Sabes, evitamos completamente la tercera base—mis dedos remontan la línea de sus músculos pectorales. Él se ríe.
—La próxima vez, Sra. Pasquarelli—besa la cumbre de mi cabeza.
Alzo la vista para contemplar la pantalla de televisión donde los créditos del final de Expediente X pasan. Ruggero alcanza el control remoto y enciende el sonido de vuelta.
—¿Te gusta esa serie? —pregunto.
—Cuando era niño.
Ah... Ruggero como un niño... kick boxing, Archivos X y ningún toque.
—¿A ti? —pregunta.
—Es anterior a mi época.
—Eres tan joven—Ruggero sonríe afectuosamente—. Me gusta besarme
contigo, Sra. Pasquarelli.—Lo mismo digo, Sr. Pasquarelli —beso su pecho, y nos recostamos silenciosamente mirando mientras Expediente X termina y comienzan los anuncios.—Han sido unas tres semanas divinas. A pesar de las persecuciones de coches, incendios y psicópatas ex-jefes. Como estar en nuestra propia burbuja privada —refunfuño como si estuviera soñando.
—Hmm —Ruggero tararea profundamente en su garganta—. No estoy seguro de estar listo para compartirte con el resto del mundo aún.
—Devuelta a la realidad mañana —murmuro, tratando de guardar la
melancolía de mi voz. Ruggero suspira y dirige su otra mano por su pelo—. La seguridad será estricta… —puse mi dedo sobre sus labios. No quiero oír esta conferencia otra vez.—Lo sé. Estaré bien. Lo prometo—lo que me recuerda... me muevo, apoyándome en mis codos para verlo mejor—. ¿Por qué le gritabas a Sawyer?—él se pone rígido inmediatamente.
Oh, mierda.
—Porque fuimos seguidos.
—No es culpa de Sawyer—él me mira fijamente sin emoción alguna.
—Ellos nunca deberían haberte dejado llegar tan lejos conduciendo. Saben esto—me sonrojo con aire de culpabilidad y reanudo mi posición, apoyándome en su pecho. Fue mi culpa. Quise escaparme de ellos.
—Eso no fue…
—¡Suficiente! —Ruggero es de repente cortante—. Esto no está en discusión, Sevilla. Es un hecho, y ellos no lo dejarán pasar otra vez.
¡Sevilla! Soy Sevilla cuando estoy en problemas justo como en casa con mi madre.
—Bien —refunfuño, aplacándole. No quiero luchar—. ¿Alcanzó Ken a la mujer en el Dodge?
—No. Y no estoy convencido de que fuera una mujer.
—¿Ah? —Alzo la vista otra vez.
—Sawyer vio a alguien con el pelo recogido hacia atrás, pero fue una breve mirada. Él supuso que era una mujer. Ahora, dado que has identificado a aquel hijo de puta, tal vez era él. Lleva el pelo así—la repugnancia en la voz de Ruggero es palpable. No sé que hacer con estas noticias. Ruggero dirige su mano bajo mi espalda desnuda, distrayéndome.
—Si algo te pasara... —murmura, sus ojos amplios y serios.
—Lo sé —susurro—. Siento lo mismo sobre ti—tiemblo ante el pensamiento.
—Vamos. Te estás poniendo fría —dice, sentándose—. Vamos a acostarnos. Podemos cubrir la tercera base allí—él sonríe lascivamente, tan voluble como siempre, apasionado, enfadado, ansioso, atractivo, mi
Cincuenta Sombras. Tomo su mano y él me pone de pie, y sin una juntada, lo sigo por el gran cuarto al dormitorio.
ESTÁS LEYENDO
CUMPLIENDO TUS REGLAS [TERMINADA]
Fanfiction•~[Contiene temporada 1, 2 y 3]~• "Ella llegó a su vida para darle un giro inesperado y salvarlo de sus sombras, él atropelló sus pensamientos de la vida en la cuidad y ahora tendrán que luchar contra todos para cumplir su objetivo". «Ser felices...