இ o1o. Sabaku no Gaara.

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Su imponente y dura mirada estaba fija en la espalda de ellos, sin inmutarse que estuviera llamando la atención de todos

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Su imponente y dura mirada estaba fija en la espalda de ellos, sin inmutarse que estuviera llamando la atención de todos.

— Deberías dejar de mirarlos tanto. No puedes hacer nada para cambiarlo.

Gaara suspiró apretando sus dientes y provocando un ruido estremecedor con sus nudillos.— Sólo está intentando ponerme celoso, pero no lo va a conseguir.

Temari, cruzada de brazos y sonriendo de manera superior, pasó por el lado de su hermano y golpeó su espalda moviéndolo hacia delante bruscamente—. Gaara, no digas tonterías. Ella no intenta ponerte celoso porque ya no te quiere y te ha superado. Deberías hacer lo mismo.

Refunfuñando, el pelirrojo deslizó su mirada del chūnnin de la lluvia para plantarla en el muro que estaba a su lado. Chasqueando su lengua, masculló entre dientes—. Como sea. Todo fue un error, no quise ser así con ella.

La rubia rodó los ojos alternando su mirada entre su hermano y su amiga. Suspiró cansada y prefirió dejárselo a Kankurō.

— Me voy de aquí. Kankurō, te dejo a nuestro hermanito celoso. Yo no puedo con él.

Y así, dejándolos solos, Temari se fue a grandes pasos hasta el otro lado del restaurante, junto a sus amigas de la infancia.

— Gaara, aunque seas mi hermano eres demasiado idiota como para dejar que ella esté siendo coqueteada delante de tus ojos por un bobo ninja de la lluvia.

Su mirada inevitablemente volvió a centrarse en ambos, que se habían ido acercando hasta estar susurrando en su privada conversación. A ese punto, Gaara podía sentir los celos subir desde sus pies hasta su garganta, provocándole una ira realmente incontrolable. La mano izquierda inconscientemente se hizo un puño, y solamente Kankurō que estaba cerca de él, pudo percibir la arena creándose a los lados de su cuerpo.

— Gaara —Advirtió su hermano mayor tocándole el hombro y ejerciendo presión en él.— No lo hagas.

Intentando calmarse, el ojiazul deshizo el puño. La arena había caído al suelo y estaba inerte. Suspirando aliviado de que había evadido una real catástrofe, el chico pintado sonrió levemente. Aquello duró poco, porque aquel atrevido chūnnin arregló las mangas de la camisa de la joven, tocando sus brazos y estremeciéndola por completo.

Eso fue el perfecto desencadenante para que Gaara saltara de su asiento como una fiera, pasando por delante de quien se le pusiera de por medio, e ignorando los gritos de Kankurō, agarró con su arena a aquel molesto ninja, llevándoselo lejos del restaurante, hacia la salida.

Ya lejos del local y de sobretodo [T/N], Gaara soltó al shinobi, dejándolo caer bruscamente contra el suelo. Sin dejarle tiempo a que se levantase, Gaara levantó su pie y lo puso encima de una roca, para luego apoyar su brazo izquierdo en su pierna, viéndose bastante amenazante y peligroso con su mirada cargada de celos.

— ¿Quién eres? ¿Sabes quién soy? No deberías haberme hecho enfadar, porque voy a desquitarme contigo de la peor manera posible.

El rubio intentó hablar, pero fue interrumpido por Gaara rápidamente.

— Vas a saber quién soy en realidad, maldito ninja de la lluvia.

Destapó su calabaza, dejando salir mucha arena, que se juntó con la que había alrededor de ellos y procedió a crear varios sellos de manera bastante ágil. Antes de que pudiera pronunciar siquiera una palabra, [T/N] se colocó delante de él, protegiendo al chūnnin.

— Gaara, ¿qué demonios estás haciendo? ¡Basta!

— [T/N]... —Totalmente nervioso, el pelirrojo bajó sus manos y devolvió su arena lentamente—. Tú, y él...

— Lo que yo haga ahora con mi vida amorosa, Gaara, no es tu problema. Si mal no recuerdo, fuiste tú quien decidió acabar con todo. Tu actitud marchitó todo.

Su cabeza empezó a bajar avergonzándose por su comportamiento de hacía meses atrás.

— [T/N] yo... lo siento.

— No. No voy a perdonarte, no de nuevo. Tu perdón ya no tiene efecto.

Con cuidado la chica ayudó a levantar al rubio que asustado se agarró con fuerza a la chica. No era tonto. Sabías perfectamente que si se mantenía cerca de ella, ese tal Gaara del desierto no iba a poder hacerle nada.

La mirada de [T/N] y del ojiazul se conectó por unos cortos segundos, cuando ella junto a su nuevo amigo pasaron por su lado para volver al restaurante. No duró demasiado, pero aún así algo sintió el shinobi dentro de él. Sintió un fuerte nudo en su garganta, y unas ganas realmente gigantescas de abrazarla y no soltarla por nada ni nadie en el mundo.

Pero no pudo hacerlo. Él la dejó hacía tiempo, creyendo que era por el bien de ambos. Gaara la rompió, y ahora quería volver a ella. [T/N] no era un juguete, sus sentimientos estaban destrozados. Ella sentía que no estaban destinados.

Pero se equivocaba, el tan famoso hilo rojo los conectaba. Ellos iban a volver, aunque Gaara tuviera que estar viéndola con otro por unos largos años.

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Espero te haya gustado. No me dijiste ni nombre del personaje ni temática, so coloqué a [T/N] y puse a Gaara de celoso. Gracias por leerme (?❤️ y por haber hecho el pedido.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora