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Caminaba por las calles sin un rumbo fijo, sin prestar atención a las personas que transitaban a su lado. Su mirada cabizbaja no se levantaba del suelo ni tampoco de sus pies, los cuales seguían un rumbo desconocido que ni siquiera ella podía saber.
Aquellos eventos golpeaban una y otra vez en su mente, tratando de grabarse a fuego para que nunca pudiera olvidar ni un solo mísero detalle de lo que pasará. Nuevamente, sus ojos se aguaron al comenzar a visualizar su rostro carente de expresión excepto el odio y sus labios apretados formando una fina línea sin alguna emoción emotiva hacia quien fue la única persona que quiso siempre su bienestar.
El recorrido terminó al sentir una fuerte brisa estrellarse contra su rostro, aleteando los mechones de su cabello y provocando que entrecerrara los ojos. Había llegado al borde del acantilado. Con un suspiro se sentó en el borde para contemplar el hermoso atardecer de la aldea a la par que rebuscaba entre sus bolsillos hasta encontrar los dos objetos que necesitaba y le urgía, tener.
El chispero sonó unas cuantas veces antes de emitir una llama lo suficientemente fuerte para mantenerse firme ante la brisa. Con cuidado acercó el cigarrillo de su boca al fuego e inhaló unas cuantas veces para encenderlo por completo. Alejó el cigarro de su boca y exhaló el humo de su primera calada. Cerró sus ojos pensando en la decisión que debía tomar de ahora en adelante que no solamente la involucraba a ella, sino también a él y a Sasuke.
Cerró sus ojos con fuerza para evitar que las lágrimas cayeran por su rostro. Siguió fumando su cigarro mirando el atardecer y con su mente divagando lejos de ahí, sin prestar atención a la gran cantidad de chakra que se estaba acercando hacia ella. No hasta que fue demasiado tarde. Mordió su lengua antes de hablar.
—No puedo hacer nada, es lo que debe ocurrir.
[T/N] se quedó quieta sin apartar la mirada del paisaje; soltó la bocanada de humo que tenía retenido, generando una cortina que se elevó al cielo y fue removida por la brisa. Él se acercó más a ella antes de responder con la voz apagada.—No es justo, pero Sasuke merece saber la verdad y yo soy el culpable de su sufrimiento.
—Pero así no, Itachi. No tienes que morir a manos de tu hermano.
El azabache suspiró frustrado acercándose a ella.—Oye, escúchame, eso no pasará... él me entenderá...
—¡No, no lo hará Itachi!—Gritó la joven apretando el cigarro contra sus dedos con rabia ya sin poder controlar la cascada de lágrimas que bajaban por su rostro. [T/N] se giró a mirar a su novio con la mirada entristecida.—Lo sé, ¿me oyes? Lo vi. No lo hará, Itachi.
Itachi solamente pudo soltar un largo suspiro antes de sentarse a su lado, en completo silencio. No necesitaban palabras para poder comunicarse ya que [T/N] sabía perfectamente lo que él pensaba con solamente tenerlo cerca. Aunque fuese una habilidad de su clan, ella creía firmemente de que poseían una conexión especial. Al igual que ver pequeños fragmentos del futuro de las personas. Es por ello que sabía lo que iba a ocurrir. El cómo, el cuándo y el por qué. Y aunque pudiera ver lo que deparaba el destino, no podía interferir en ello. Es por eso que, debía hacerlo.
