𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎

இ o34. Jiraiya.

En la época dorada de los Sannin, Tsunade, Orochimaru, Jiraiya y [T/N] eran un equipo legendario. Cada uno aportaba habilidades únicas y una personalidad inigualable, lo que los hacía invencibles en sus misiones. Jiraiya, sin embargo, llevaba un secreto profundo y doloroso: su amor no correspondido por [T/N].

El amor de Jiraiya por [T/N] se desarrolló con el tiempo. Inicialmente, admiraba su valentía y habilidad en combate. Pero lo que realmente lo cautivó fue su personalidad inigualable. Su fortaleza y ternura, su habilidad para mantenerse firme en las batallas y, al mismo tiempo, mostrar una compasión genuina en los momentos tranquilos, hicieron que Jiraiya se enamorara profundamente. A pesar de su amor, Jiraiya mantuvo sus sentimientos en secreto, temiendo que confesarlo podría poner en riesgo la dinámica del equipo.

Los años pasaron, y el equipo continuó enfrentando desafíos y aventuras. Sin embargo, el destino tenía reservado un golpe devastador. Un día que Jiraiya jamás podría olvidar, fue cuando vio el rostro de Tsunade desencajado junto con las lágrimas a punto de caer por su rostro. En su mano apretaba con fuerza un pequeño papel. Una nota.

—Jiraiya, tenemos que ir rápidamente. [T/N] está en peligro. Necesitamos llegar allí lo antes posible. Está sola.

El corazón de Jiraiya se detuvo momentáneamente. La noticia de que [T/N] estaba en peligro le causó una angustia profunda. Sin dudarlo, él y Tsunade se apresuraron hacia el lugar donde [T/N] había sido herida gravemente en una misión. A medida que se acercaban, el miedo y la desesperación crecían en el pecho de Jiraiya.

Al llegar, la escena que encontró fue desgarradora. [T/N] yacía en el suelo, herida de manera crítica. Jiraiya se arrodilló a su lado, el rostro pálido y los ojos llenos de lágrimas. No había tiempo para curarla; su vida se desvanecía rápidamente.

—Por favor, Tsunade, haz algo. No puedo perderla.

La rubia al ver como su mejor amiga perdía energía debido al agujero en su estómago, negó lentamente con la cabeza y giró la mirada con lágrimas silenciosas. Aquello para el joven fue la respuesta de que no podía ser salvada.

A medida que la situación se volvía más crítica, Jiraiya se arrodilló al lado de [T/N], tratando de mantener la calma mientras su corazón se rompía. En sus últimos momentos, [T/N] miró a Jiraiya con una expresión de tristeza y resignación.

—[T/N], no, por favor, aguanta. No te vayas.

Jiraiya tomó a [T/N] en sus brazos, su voz temblando mientras trataba de mantener la calma. Ella lo miró con una mezcla de dolor y tristeza, sabiendo que su tiempo se estaba agotando.

—Jiraiya... lo siento. No quería que esto sucediera.

Las lágrimas corrían por las mejillas de Jiraiya mientras abrazaba a [T/N]. Cada palabra, cada gesto estaba cargado de un dolor inmenso. No podía creer que este sería su último momento con ella, el momento en que finalmente sus sentimientos saldrían a la luz, pero demasiado tarde.

—No, no hables así. Vamos a salir de esto. Estoy aquí contigo.

El mundo parecía desmoronarse a su alrededor mientras Jiraiya sentía la vida de [T/N] desvanecerse en sus brazos. Las palabras de consuelo se ahogaban en su dolor, y la tristeza de perderla le envolvía el corazón. En ese momento, sus sentimientos salieron a la luz. Se dio cuenta de cuán profundamente estaba enamorado de [T/N], y cuán insuficientes eran sus esfuerzos para expresar ese amor en comparación con el dolor de perderla.

—Jiraiya... siempre admiré tu fuerza y tu coraje. Te he querido... más de lo que imaginé.

Jiraiya, con lágrimas en los ojos, la sostuvo en sus brazos con más fuerza todavía.

—No, [T/N]. No me dejes. Te necesito aquí.

Pero a pesar de sus súplicas, [T/N] cerró los ojos, y su respiración se detuvo. Jiraiya sintió el peso de la pérdida, como si la vida misma se le escapara con ella. El dolor era profundo, una herida que nunca sanaría del todo. Su amor no expresado, las palabras que nunca dijo y el tiempo que nunca tuvo se convirtieron en un tormento constante.
La pérdida de [T/N] dejó una marca indeleble en Jiraiya. La tristeza que sintió en esos momentos se convirtió en una carga que llevaría con él por el resto de su vida. Su amor no correspondido, el tiempo perdido y el dolor de su partida lo acompañarían en cada paso que diera.

Al volver a Konoha, el impacto de su pérdida fue evidente en su comportamiento. La alegría y la risa que solían acompañar sus palabras y escritos ahora estaban teñidas de una melancolía profunda. Jiraiya encontró refugio en sus libros, creando los personajes femeninos como una imagen espejo que llevaban la esencia de [T/N], pero el verdadero consuelo eludió su corazón herido. Todas sus novelas románticas trataban de una [T/N] y Jiraiya en mundos paralelos; la forma en cómo su amor pudo haber sido si la vida no se la hubiera arrebatado tan rápido.

Luego del paso de los años, en una tarde soleada en el campo de entrenamiento junto a Naruto, Jiraiya decidió abrir su corazón después de tantas décadas.

—Naruto, hay algo que nunca he contado a nadie. Me resulta un poco difícil contarlo porque solamente Tsunade es capaz de entender mi dolor ya que ella perdió a su mejor amiga y ambos tuvimos que sobrellevar el luto entre nosotros. Orochimaru por otro lado, a pesar de haberse alejado, sé que lamenta todo lo ocurrido con ella.—Suspiró profundamente antes de comenzar a explicar la historia a su muy confundido alumno.—Hubo una mujer muy especial en mi vida. Ella era valiente y bondadosa, alguien que iluminaba cada momento con su presencia. Creo que era la única mujer que ha existido o existirá en este mundo que podía tenerme sentado y obediente solamente para ella.

Naruto, curioso de todo lo contado por su maestro durante aquel día, escuchó atentamente mientras Jiraiya continuaba. Sabía que debia ser un tema difícilmente complejo de contar para él. Ya que normalmente tenía una personalidad muy coqueta y divertida. Ahora por el contario, estaba serio y observando el horizonte, quizá se tratando de rememorar aquellos tiempos dorados.

—Estuve profundamente enamorado de ella. Nunca me había sentido así con nadie y ella... simplemente era perfecta. Era todo lo que yo quería tener, la amé por décadas en secreto queriendo velar siempre por su felicidad y su bienestar, pero nunca pude decirle cuánto significaba para mí. Ella... falleció en mis brazos, y ese dolor, Naruto espero que nunca tengas que vivirlo, porque es algo tan angustiante y desalentador...es algo que llevaré conmigo siempre, ya que es mi castigo por no haber llegado a tiempo y salvarla.

Naruto, aunque joven, pudo sentir la tristeza y sobretodo melancolía en la voz de su maestro. La revelación de Jiraiya sobre su amor no correspondido y su pérdida mostró una profundidad emocional que Naruto nunca había visto antes en él.

—Es una carga difícil de llevar, Naruto. Pero el amor que sentí por ella me enseñó mucho sobre la vida y la importancia de ser honesto con tus sentimientos. El deseo que tenía ella en mi era verme feliz y disfrutando de todo lo que pudiera ofrecerme el mundo. Por eso cada día trato de apreciar un poco más las buenas cosas que nos da la vida. Vivo no porque lo desee realmente—Levantó su mirada hacia el cielo, de manera solemne. Naruto pudo percatarse de sus ojos aguados, quizás al recordar sus últimos momentos con su amada.—Vivo para recordarla a ella.

Naruto asintió, comprendiendo mejor la tristeza que Jiraiya había cargado durante tanto tiempo. El dolor de la pérdida de [T/N] había marcado a Jiraiya de una manera que las palabras no podían expresar completamente, pero su amor y las lecciones aprendidas seguían siendo una fuente de inspiración para él y para aquellos que le rodeaban.

La memoria de [T/N] viviría por siempre en los libros de Jiraiya y en las historias o anécdotas que él compartía. Su preciosa [T/N] siempre quedaría plasmada en el alma y mente de Jiraiya. Por siempre.

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