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En la pacífica Konoha, Shikamaru Nara enfrentaba un problema que lo ponía al borde de su paciencia: los celos. Desde que comenzó su relación secreta con [T/N] Hyūga, había aprendido que no era tan fácil mantenerse indiferente cuando se trataba de ella. Su corazón, generalmente tranquilo como una nube en el cielo, se agitaba cada vez que alguien se acercaba demasiado a su pareja. Sin embargo, el mayor desafío no era controlar sus emociones, sino mantener la relación oculta de Hiashi Hyūga, un hombre rígido y protector, que seguramente no aprobaría que el perezoso estratega fuera el novio de su hija.
Un día, Shikamaru esperaba en los terrenos Hyūga para acompañar a [T/N] al mercado. Estaba apoyado contra una pared, con los brazos cruzados y una postura relajada, pero su mente estaba alerta. Entonces, la vio. [T/N] estaba cerca del jardín, hablando con alguien. Al principio no le prestó demasiada atención, hasta que identificó la figura alta, de cabello negro y actitud fría. Sasuke Uchiha.
Shikamaru frunció ligeramente el ceño. No había nada extraño en que [T/N] hablara con Sasuke; después de todo, ambos eran amigos desde la academia, pero la forma en que Sasuke inclinaba la cabeza hacia ella, su cercanía, y cómo ella sonreía relajada, lo hacían sentir un nudo incómodo en el pecho.
—¿Qué rayos está haciendo él tan cerca? —murmuró Shikamaru para sí mismo, mientras se enderezaba.
Desde su posición, Shikamaru intentaba mantenerse neutral. Después de todo, no tenía sentido armar un escándalo por algo que probablemente era inocente. Sin embargo, cada gesto de complicidad entre ellos parecía encender una alarma en su mente. [T/N] reía suavemente ante algo que Sasuke había dicho, y el Uchiha apenas mostraba una ligera sonrisa de aprobación.
Shikamaru entrecerró los ojos. Su mandíbula se tensó mientras sus brazos caían a los costados. Qué problemático..., pensó, aunque su corazón decía otra cosa. Finalmente, [T/N] hizo un gesto como si tocara levemente el brazo de Sasuke para enfatizar un punto, y eso fue suficiente.
Decidido, Shikamaru se acercó con pasos calmados pero firmes. Su postura seguía siendo relajada, pero cualquiera que lo conociera bien notaría la tensión oculta en sus movimientos. Cuando llegó hasta ellos, clavó su mirada en Sasuke, y aunque su tono era neutral, la intensidad de su voz era inconfundible.
—Sasuke —dijo con un aire casual tratando de pasar desapercibido—, ¿interrumpo algo?
Sasuke lo miró de reojo, manteniendo su expresión imperturbable. [T/N], por su parte, giró hacia Shikamaru con una sonrisa.
—Oh, Shikamaru, ¿llegaste? —dijo ella, ajena al cambio en la atmósfera.
Shikamaru colocó una mano en la cintura de [T/N] de manera sutil pero clara, atrayéndola ligeramente hacia él.
—Sí, he estado esperando un rato. Parece que estabas ocupada para ver que ya había llegado—respondió, mirando directamente a Sasuke.
Sasuke arqueó una ceja, detectando el tono subyacente. Suponía que Shikamaru no era de los que mostraban emociones abiertamente, así que este comportamiento lo tomó por sorpresa.
