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En el despacho del Hokage, el atardecer dorado filtraba rayos cálidos a través de las ventanas, pintando el ambiente con una luz suave y romántica. Kakashi Hatake, a pesar de sus responsabilidades, había encontrado un momento para estar solo con [T/N] Senju, su amor secreto y fuente de consuelo en medio del caos. La habitación estaba llena de documentos apilados y libros abiertos, pero en este momento, la presencia de [T/N] era la única distracción que Kakashi realmente deseaba.
Kakashi se recostó en su silla con una expresión que combinaba cansancio y una clara fascinación por [T/N]. — ¿Sabías que lo que más me desconcierta no son los documentos, sino el hecho de que estés aquí y no pueda concentrarme en nada más? — dijo, su tono una mezcla de broma y sinceridad.
[T/N] sonrió, sus ojos reflejando una chispa de complicidad. — ¿De verdad? Pensé que eras un experto en ignorar las distracciones. — Sus palabras eran juguetonas, pero también llenas de ternura.
Kakashi se levantó, acercándose a ella con una sonrisa coqueta. — ¿Sabes? No puedo decir que no me guste ser distraído por algo tan encantador. Aunque, entre tú y los documentos, mi lealtad siempre estará contigo. — Dijo mientras tomaba su mano y la guiaba hacia él.
[T/N] se dejó llevar, sus ojos nunca apartándose de los de Kakashi. — Eso es bueno saberlo. Aunque, si continúas mirándome así, no estoy segura de cómo podré mantenerme concentrada en cualquier cosa.
Kakashi se inclinó hacia ella, su aliento cálido tocando su piel. — ¿Qué tal si encontramos una solución a eso? — Susurró, sus labios rozando los de ella en un beso suave pero cargado de promesas.
El beso comenzó con una ternura palpable, pero rápidamente se volvió más intenso. Kakashi deslizó una mano por su espalda, atrayéndola hacia él mientras sus labios se movían con urgencia y deseo. [T/N] respondió con la misma pasión, sus manos rodeando el cuello de Kakashi mientras se aferraba a él.
Kakashi la rodeó con los brazos, su corazón latiendo con fuerza al sentir su cercanía. — No sé cómo explicarlo, pero estos momentos contigo son como un bálsamo para mi alma. — Murmuró entre besos, su voz cargada de emoción. — Y si pudiera, me aseguraría de que cada minuto que pasamos juntos sea solo nuestro.
[T/N] se apartó ligeramente, mirándolo con una mezcla de ternura y deseo. — Cada vez que estamos juntos, me doy cuenta de lo mucho que significas para mí. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que este momento dure más tiempo?
Kakashi sonrió con malicia, acariciando su mejilla con el pulgar. — Bueno, podría intentar usar mis habilidades especiales para hacer que el tiempo se detenga, pero creo que tendríamos que conformarnos con el tiempo que tenemos. Aunque, si estuviera en mi poder, haría que todos los documentos y reuniones desaparecieran solo para disfrutar de ti.
[T/N] rió suavemente, disfrutando de su coqueteo. — Te aprecio mucho por eso, pero me temo que las reuniones de Hokage no desaparecerán mágicamente. Aunque, me encantaría tener más de estos momentos.
Kakashi se inclinó más cerca, su rostro a solo unos centímetros del de ella. — Y yo también lo deseo. ¿Sabes qué? Si pudiera, haría que todas mis reuniones fueran solo para hablar de ti. Aunque, eso podría ser un poco arriesgado para mi reputación.
[T/N] lo miró con una sonrisa traviesa. — No te preocupes por tu reputación. Si eso significa que estaré contigo, me parece un buen riesgo.
Kakashi la besó de nuevo, este beso más profundo y apasionado que el anterior. Sus labios se movían con una intensidad que reflejaba el deseo y la devoción que sentía por ella. — Nunca me cansaré de estos momentos contigo — murmuró Kakashi, su voz cargada de emoción y deseo.
[T/N] se aferró a él, su respiración entrecortada por la intensidad del beso. — Y yo nunca me cansaré de estar contigo. Eres lo mejor que me ha pasado.
Kakashi se apartó ligeramente, sus ojos fijos en los de [T/N] con una mirada de devoción profunda. — Prometo que, en el próximo encuentro, no habrá documentos ni reuniones que nos separen. Solo nosotros.
[T/N] asintió, su mirada llena de afecto. — Eso suena perfecto. Aunque, me temo que si sigues dándome estos momentos maravillosos, no podré volver a concentrarme en nada más.
Kakashi rió suavemente, rodeándola con los brazos en un abrazo cálido. — Entonces, tal vez deberíamos encontrar más formas de disfrutar de estos momentos. Aunque, si continúas tentándome de esta manera, me temo que me verás buscando excusas para evitar cualquier responsabilidad.
[T/N] se echó a reír, abrazándolo con más fuerza. — Y yo estaré aquí, lista para disfrutar de cada minuto contigo. Aunque, para ser sincera, me encanta verte tan apasionado y decidido a mantener este tiempo juntos.
Kakashi la miró con una mezcla de amor y deseo, sus ojos llenos de promesas. — Si pudiera, haría que cada minuto contigo fuera eterno. Pero mientras tanto, intentaré hacer que cada encuentro sea lo más especial posible.
[T/N] lo miró con una sonrisa amorosa, sus ojos brillando con ternura. — No necesito que sea eterno, solo que sea lo más memorable posible. Y con tu compañía, eso nunca será un problema.
Con una última mirada llena de promesas, Kakashi se preparó para salir del despacho. Tomó las manos de [T/N] en las suyas y las sostuvo con firmeza. — Te prometo que cada vez que estemos juntos, haré todo lo posible para que sea perfecto. Y para las próximas reuniones, trataré de ser más astuto para no tener que separarme de ti tan pronto.
[T/N] asintió, sonriendo con calidez mientras él se dirigía hacia la puerta. — Estoy esperando con ansias esos momentos. Y mientras tanto, disfrutaré de cada recuerdo de hoy.
Kakashi, con el corazón ligero y una sonrisa en los labios, salió del despacho, dejando atrás el cálido abrazo y el recuerdo de un encuentro lleno de pasión y romance. Su amor por [T/N] era evidente en cada gesto y palabra, y aunque el mundo exterior seguía siendo una realidad ineludible, la chispa que compartían hacía que cada momento juntos fuera una celebración de su amor.
