𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎

இ o36. Orochimaru.

En un cálido día de primavera en la aldea de Konoha, un joven Orochimaru entrenaba en el bosque cercano al campo de entrenamiento. Su cabello largo y oscuro ondeaba al viento mientras perfeccionaba sus técnicas con una intensidad inusual. En un rincón del campo, una niña de cabello corto y oscuro, [T/N], entrenaba con una concentración admirable.

—Tú entrenas muy duro para alguien tan joven— comentó Orochimaru, admirado, mientras se acercaba.

La niña, [T/N], levantó la vista, sus ojos reflejando una determinación inquebrantable.

—Es la única forma de ser fuerte— respondió con firmeza. —¿Y tú? ¿Qué haces aquí?

Orochimaru, intrigado por su determinación, se presentó.

—Soy Orochimaru. Siempre estoy buscando maneras de mejorar.

A medida que pasaban los días, Orochimaru y [T/N] se encontraron entrenando juntos, sus habilidades complementándose de manera asombrosa. Con el tiempo, la amistad se transformó en una conexión más profunda, y ambos se convirtieron en inseparables. Junto a Jiraiya y Tsunade, entrenaban y practicaban para convertirse en los futuros sannin.

Décadas pasaron desde que ellos fueron inocentes niños, y el clan Uchiha se levantó en una rebelión que sacudió todo Konoha. Orochimaru, junto con Jiraiya y Tsunade, se unió a la lucha para proteger la aldea. Por otro lado, [T/N] en lugar de pelear, fue a ayudar a los heridos. En medio del caos, [T/N] fue testigo de la masacre y trataba de ayudar en lo que podía sin involucrarse demasiado. Es ahí donde a las afuera de un hogar, vio a una mujer arrastrándose moribunda hacia la salida. Aquella era la esposa del lider del clan Uchiha, quien en sus últimos momentos le hizo una súplica desesperada.

—Cuidaré de Sasuke— le juró [T/N], con lágrimas en los ojos, mientras la vida se desvanecía de la madre de Sasuke.

A medida que los años avanzaban luego de aquel evento, Orochimaru se distanció de Konoha, obsesionado con la búsqueda de poder. [T/N] se convirtió en una sannin respetada, y su juramento a la madre de Sasuke se convirtió en su misión. Aunque sus caminos se separaron, el cariño que Orochimaru sentía por [T/N] persistía, oculto bajo su fachada de frialdad.

Años después, Sasuke Uchiha, ahora un joven ninja con un poder formidable, fue secuestrado por Orochimaru.

[T/N], ahora una sannin consumida por el dolor de la traición y el deber, decidió que era el momento de actuar. Su juramento resonaba en su mente, impulsándola a infiltrarse en el santuario de Orochimaru para rescatar al joven Uchiha.

Finalmente, llegó al enfrentamiento. Orochimaru estaba en el centro de su laboratorio, con el rostro marcado por la sorpresa y la tristeza al ver a [T/N].

—[T/N]— dijo Orochimaru, su voz cargada de una emoción inesperada después de tantas décadas. —No deberías estar aquí.

—¡He venido a rescatar a Sasuke!— gritó [T/N], desenvainando su kunai con determinación. —¡No dejaré que lo dañes!

Orochimaru, a pesar de sus intenciones, se contuvo. Usó sus habilidades para desviar los ataques de [T/N], sin herirla.

—[T/N], si luchas conmigo, no puedo prometer que no te lastimaré— dijo, su voz temblando. —No quiero hacerte daño, no a ti.

—[T/N] se detuvo un instante, su mirada desbordando ira y tristeza. —¿Y qué hay de Sasuke? ¡Eres el responsable de todo esto! ¡¿Cómo puedes hacerle esto a un niño?!

Orochimaru sintió el peso de sus acciones, cada recriminación de [T/N] resonando en su alma. Ella, quien había sido su amiga y confidente, ahora lo enfrentaba por el dolor que había causado.

—¡Te lo juro, cambiaré!— pidió, su voz entrecortada, llena de arrepentimiento. —¡Por ti, haré lo que sea necesario!

—[T/N] sintió un profundo dolor al escuchar sus palabras. —Orochimaru, has cruzado demasiados límites. Debes entender que tus elecciones tienen consecuencias. Si realmente me amas, ¡deja ir este camino oscuro!

Acorralado, Orochimaru se encontró atrapado entre su deseo de poder y el amor que había sentido por [T/N] durante décadas. La batalla se tornó más intensa, pero él se resistía a atacarla con la verdadera fuerza.

—[T/N], si sigues luchando, no puedo garantizar tu seguridad— dijo, con lágrimas acumulándose en sus ojos. —Pero no puedo dejar de ser quien soy.

—[T/N] se acercó, sus lágrimas mezclándose con el sudor y la sangre. —Entonces, ¿estás dispuesto a perderme? ¿A perderlo todo por el poder?

En ese momento, Kabuto, que había estado observando desde las sombras, vio la oportunidad. Aprovechando la distracción de Orochimaru, se lanzó contra [T/N] con un ataque sorpresivo, atravesándola mientras ella se enfrentaba a Orochimaru.

El grito de [T/N] resonó en la sala mientras caía al suelo, herida gravemente. Orochimaru, incapaz de protegerla debido a la intensidad del combate, vio cómo Kabuto la atacaba con una técnica letal.

—¡No! ¡[T/N]!— gritó Orochimaru, su voz llena de desesperación y horror al ver cómo Kabuto la hería.

—¡No, por favor!— imploró Orochimaru, corriendo hacia ella mientras Kabuto se preparaba para otro ataque. —¡No, [T/N]!

Con lágrimas brotando de sus ojos y el corazón roto, Orochimaru se arrodilló junto a [T/N], intentando detener la hemorragia, pero era demasiado tarde. Ella, con la vida desvaneciéndose lentamente, lo miró con un amor inquebrantable.

—Recuerda lo que prometiste... cambia, Orochimaru...— susurró [T/N], con su voz apenas audible pero llena de esperanza, antes de cerrar los ojos para siempre.

—¡[T/N]!— gritó Orochimaru, su voz llena de un dolor desgarrador y desesperado. —¡No te vayas! ¡No puedo perderte!

Kabuto, viendo la reacción de Orochimaru, se preparó para un segundo ataque, pero Orochimaru, consumido por la desesperación y el dolor, se levantó, enfrentando a su antiguo subordinado con una furia nunca antes vista.

—¡Si te atreves a dar un paso más, te haré pagar!— rugió Orochimaru, con su amor y su sufrimiento amplificados por la pérdida.

Con [T/N] en su mente y su corazón roto, Orochimaru se enfrentó a Kabuto con una fuerza devastadora. El combate fue brutal, pero el costo de la victoria fue demasiado alto para Orochimaru. Con Kabuto derrotado, el silencio que siguió fue pesado con el lamento y la culpa.

Orochimaru, con la vida de [T/N] apagándose, quedó solo en la oscuridad. Su grito de dolor y desesperación resonó en el vacío mientras se retiraba, consumido por la culpa y el remordimiento. La pérdida de [T/N] había dejado una cicatriz imborrable en su alma, y el eco de su amor se desvaneció en la sombra de su propio tormento.

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