En un soleado día en la aldea de Konoha, Naruto Uzumaki y [T/N] se encontraban sentados en el patio de su hogar, disfrutando de una tarde tranquila. El aroma de los pasteles recién horneados llenaba el aire, mientras Boruto y Himawari jugaban en el jardín, riendo y corriendo como si no tuvieran preocupaciones en el mundo. Todo era perfecto, y era en momentos así cuando [T/N] sentía que había encontrado la felicidad completa.
—¡Mamá! ¡Mira! —gritó Boruto, lanzando un kunai hacia un árbol. La hoja se clavó en la corteza, y él sonrió con satisfacción—. ¿Lo viste?
—¡Eso fue genial, Boruto! —respondió [T/N], aplaudiendo mientras él hacía una reverencia exagerada.
Himawari, que estaba intentando imitar a su hermano, se acercó con una pequeña marioneta de papel en la mano.
—¡Mira, mamá! ¡Soy un ninja también! —dijo, moviendo su marioneta con emoción.
[ T/N] sonrió, admirando la energía de sus hijos. Luego, sintió que era el momento perfecto para compartir un poco de la historia de su esposo, el gran Hokage de Konoha, y cómo había llegado a ser quien era.
—¿Quieren escuchar una historia? —preguntó, llamando la atención de Boruto y Himawari, quienes se sentaron en el césped, ansiosos por escuchar.
—¡Sí! —gritaron al unísono, los ojos brillando de emoción.
—Bien, —comenzó [T/N]—, todo comenzó hace mucho tiempo, cuando Naruto y yo éramos solo unos niños. Era un niño solitario y travieso, siempre buscando atención. Tenía un gran sueño: quería convertirse en Hokage, el líder de la aldea. Pero, para ser sincera, al principio nadie creía en él. Todos lo veían como un niño problemático.
—¡Sí, recuerdo eso! —interrumpió Boruto, con un tono burlón—. ¡Es como cuando me metí en problemas por no hacer la tarea!
—Exactamente —rió [T/N]—. Pero Naruto no se dio por vencido. Se esforzó mucho y, a pesar de los obstáculos, siempre encontró una manera de seguir adelante. Recuerdo una vez que se inscribió en la Academia Ninja. Era un desastre al principio.
La mente de [T/N] se llenó de recuerdos. Recordó aquellos días en la Academia, cuando Naruto y sus amigos luchaban por ser los mejores. Ella les relató sobre el examen de graduación y cómo Naruto había invocado a su primer jutsu de invocación, un pequeño sapo llamado Gamakichi. Fue un momento clave, que mostró el comienzo de su camino hacia la grandeza.
—Ese día, yo sabía que tenía un corazón valiente —continuó [T/N]—. Pero también era un poco... un poco desastroso. Como esa vez que casi incendió la escuela al intentar usar un jutsu de fuego, ¿recuerdan?
Boruto y Himawari se rieron a carcajadas al imaginar a Naruto cubierto de ceniza, lo que hizo que [T/N] sonriera aún más al recordar la travesura.
—A medida que pasaban los años, Naruto se enfrentó a muchos enemigos y desafíos —dijo, su tono volviéndose más serio—. Uno de esos momentos fue durante la invasión de Pain. Fue un tiempo difícil, y todos estábamos asustados. Pero Naruto luchó con todo lo que tenía para proteger la aldea. Fue la primera vez que vi a la verdadera fuerza de su espíritu.
Los ojos de Himawari se abrieron con sorpresa.
—¿Así que papá fue un héroe?
—¡Sí! —respondió [T/N], emocionada—. Luchó y se arriesgó por todos nosotros. Recuerdo que cuando regresó después de esa batalla, la aldea lo recibió como un verdadero héroe. En ese momento, todos comprendieron lo especial que era.
Boruto se cruzó de brazos, un poco orgulloso.
—¡Yo quiero ser tan fuerte como papá! —exclamó, llenándose de determinación.
—Y tú lo serás, Boruto —respondió [T/N] con una sonrisa. Luego, con un guiño, continuó—. Pero no todo fue serio. Naruto también tenía su lado divertido. Recuerdo que solía hacer cosas locas, como cuando se convirtió en un ninja de ramen en el festival de la aldea.
—¿Un ninja de ramen? —preguntó Himawari, riendo—. Eso suena ridículo.
[ T/N] asintió, riendo también.
—Oh, sí, y no solo eso. También le enseñó a hacer el jutsu de transformación para hacerse pasar por un vendedor de ramen. ¡Era tan bueno que casi todos los aldeanos fueron engañados!
Boruto se echó a reír, imaginándose a su padre disfrazado, sirviendo ramen y haciendo trucos de ninja.
—¿Y cómo fue cuando se convirtió en Hokage? —preguntó Boruto, entusiasmado.
—Esa fue otra gran aventura —contestó [T/N]—. Después de tantos años de lucha, se le otorgó el título. La ceremonia fue hermosa. Cuando Naruto se puso el sombrero de Hokage, estaba tan orgulloso, y yo también. Había trabajado duro por eso, y finalmente lo había logrado.
Las palabras de [T/N] resonaban en el aire mientras los recuerdos danzaban entre risas y lágrimas. En ese momento, Boruto y Himawari sentían una conexión más fuerte con su padre, no solo como el Hokage, sino como el niño que había luchado con todas sus fuerzas.
—Mamá, ¿crees que algún día seré Hokage también? —preguntó Boruto, mirando a su madre con seriedad.
—¡Por supuesto! —dijo [T/N], abrazando a sus hijos—. Siempre que trabajes duro y nunca te rindas. Recuerda, lo más importante es tener un corazón fuerte, como tu papá. Y, por supuesto, no olvides disfrutar del viaje.
—¿Y qué tal si yo también quiero ser ninja de ramen? —bromeó Himawari, haciendo que todos se rieran de nuevo.
—¡Eso sí que sería una gran idea! —dijo [T/N], imaginando a su hija como la mejor ninja de ramen del mundo.
Los cuatro compartieron una risa cálida que llenó el aire, un sonido que resonaba con el amor y la unidad que habían construido como familia. Mientras el sol comenzaba a ponerse, iluminando el cielo con tonos dorados, [T/N] se sintió agradecida por cada momento que había pasado junto a Naruto, y por la hermosa familia que habían creado juntos.
—Así que siempre recuerda —dijo, acariciando sus cabezas—. La vida es un viaje lleno de aventuras, y lo más importante es que siempre estemos juntos.
Y así, en el cálido abrazo de su hogar, los recuerdos del pasado se entrelazaron con las promesas del futuro, mientras Boruto y Himawari soñaban con sus propios caminos, inspirados por el legado de su padre.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎
FanfictionONE SHOTS DE NARUTO ¡! KAKASHIFTME 2O18 - 2O24. © ❍ male characters x fem. lector