இ o12. Uzumaki Naruto.

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— ¡Naruto!¡Naruto! ¿Te encuentras bien?— Las manos de la castaña rápidamente fueron hasta los brazos del rubio, intentando aguantar su peso para que este siguiese manteniéndose en pie—

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— ¡Naruto!¡Naruto! ¿Te encuentras bien?— Las manos de la castaña rápidamente fueron hasta los brazos del rubio, intentando aguantar su peso para que este siguiese manteniéndose en pie—. ¡Naruto!

— [T/N]... deja de gritar por favor. Me duele demasiado la cabeza...

Molesta porque su novio le estuviera diciendo ruidosa, la joven lo tomó entre sus brazos y lo cargó con cuidado por las escaleras hasta llegar al departamento que ambos compartían. Entre gruñidos y diminutas quejas por parte del ninja, llegaron hasta la entrada de su casa, y pocos segundos después, Naruto estaba acostado en la cama matrimonial de ambos, con la vista puesta en el techo.

Con cuidado, comenzó a desvestirlo para prontamente empezar a ver las heridas que tenía Naruto en el cuerpo. Los colores no se habían hecho tardar, y tenía todo el torso en tonalidades moradas y marrones, con intenciones de teñirse luego negras.

— Ojalá Sakura estuviera aquí...—Susurró el ojiazul entrecerrando los ojos para imaginarse a su amiga ayudándolo urgentemente como solía hacerlo en las misiones—.

— Mejor quédate callado si no quieres quedarte peor.—Le replicó [T/N] haciendo una leve presión en una de sus heridas para que entendiera la indirecta. Al este hacerlo, ella suspiró profundamente pensando en una solución rápida—. No soy kunoichi, perdón por no ser lo que esperabas.

Dándose cuenta de que lo que había dicho a su pareja le había sentado mal, Naruto haciendo un gran esfuerzo, se sentó en la cama y estiró ambas manos para poder entrelazarlas con las de la castaña. Su banda reguladora estaba ligeramente torcida, y él con cuidado se la arregló para dejarla cuidadosamente en su lugar.

— No lo decía en ese sentido, sabes que esa no era mi intención. Yo... a veces digo cosas sin pensar, sin darme cuenta.— Nervioso se rascó la parte posterior de su cabeza, soltando un quejido segundos después producto de que se había pasado a llevar una herida abierta—.

— ¡Naruto! —Le replicó a los segundos la castaña, subiendo su mirada preocupada al cuerpo de su novio para poder levantarse y girarse, viendo así más heridas—. Oh dios, estás demasiado herido... debería de llevarte al hos...

— No—La interrumpió bruscamente el ninja—. No hace falta, estoy bien, de verdad. Estoy seguro de que puedes cuidarme tú mejor que todos los médicos y Sakura incluida, [T/N]-chan.

Su cabello castaño, que caía por sus hombros hasta el inicio de su torso, siendo finalmente ondulado fue atacado por las manos de ella. Nerviosa, pasó sus dedos por las diminutas ondas de su cabello, y jugó con este para intentar animarse y darle valor a si misma para cuidarlo en ese estado tan grave antes que llevarlo a hospital como ella pensaba que era lo mejor.

[T/N] no era ninguna médico. Es más, le era muy difícil controlar el chakra suficiente para poder hacer ninjutsus, con suerte y milagros podría curarse a si misma alguna herida leve, como el roce con una espina. Intentar curar a Naruto jugando ser kunoichi, sería algo suicida para ambos.

Tomando una decisión final, [T/N] se levantó deprisa para ir a buscar los materiales necesarios para empezar a curarle aquellas heridas y moretones. Intentando hacer memoria para recordar dónde había colocado aquella pomada que la misma 5ta Hokage le había preparado hacía años atrás por si ella o sus cercanos sufría de muchas heridas.

Al encontrar por fin aquel bote del tamaño de la palma de su mano, volvió a la habitación con Naruto. Se sentó como pudo a su lado y con cuidado, y con la yema de sus dedos fue colocando la pomada cuidadosamente por su pecho y torso, esparciendo bien el producto para que este se absorbiera.

Concentrada en hacer bien el trabajo, no pudo fijarse en la mirada de ternura y amor que el rubio le estaba dando a su chica. Se acomodó mejor para que ella tuviera mejor acceso a su cuerpo, y le fue inevitable comenzar a sentirse un poco excitado por el toque de sus dedos en su piel.

— Pues listo, ya estaría. Ahora solamente tenemos que dejar que la pomada haga efecto, y esperar que esos moretones no queden negros.— Volvió a reajustar su banda reguladora y se levantó dejándolo medio acostado en la cama. Fue a dejar el producto en su lugar y volvió a su lado—. ¿Quieres dormir?

— Me gustaría dormir, pero si lo voy a hacer, que sea contigo.

Una mueca salió del rostro de la joven—. Naruto, tengo cosas que hacer. No puedo quedarme aquí contigo...

Sin importarle el dolor de sus brazos, tiró de ella y la colocó debajo su cuerpo, aprisionándola con este.

— Durmamos juntos, [T/N]-chan.

La castaña no quiso discutirle más, porque en verdad se sentía a gusto ahí, los recados podrían esperar hasta el día siguiente. Cerró sus ojos disfrutando de la compañía de su pareja, quedándose poco a poco dormida.

— [T/N]-chan... —Ella respondió brevemente con un sonido de su garganta en modo afirmativo—. Gracias por cuidarme siempre, y preocuparte por mi como nadie, te amo.

Con una sonrisa entre sus labios, y antes de caer por completo en los brazos de Morfeo por el sueño, le respondió en un susurro bastante audible para él—. Yo también te amo.

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Lamento la tardanza por el pedido, espero te haya gustado.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora