இ o45. Senju Tobirama.

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Continuación del OS o35. Bastante extenso para que lo disfruten. ¡No olviden votar y comentar por favor!

Tobirama se quedó inmóvil por unos momentos, aún mirando el lugar por donde [T/N] se había marchado

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Tobirama se quedó inmóvil por unos momentos, aún mirando el lugar por donde [T/N] se había marchado. Su corazón seguía latiendo con fuerza, un ritmo inusual para alguien como él. Respiró hondo, intentando calmarse. No tenía sentido que una persona como ella, con su ligereza y su naturaleza despreocupada, lograra afectarlo tanto. No tenía sentido que esas interacciones, que normalmente despreciaría por considerarlas infantiles, lo mantuvieran pensando durante horas.

Mientras regresaba a su oficina en la Torre Hokage, su mente no paraba de repasar cada una de las palabras de [T/N]. ¿Cómo podía ser tan descarada? ¿Cómo podía hacerle frente con esa facilidad y, peor aún, disfrutar de cada segundo? Se sentó en su escritorio, tratando de concentrarse en los informes, pero todo lo que podía ver eran las sonrisas burlonas de [T/N] y el eco de su risa.

—Adorable... —murmuró, repitiendo aquella palabra que lo había descolocado por completo. Nunca nadie lo había llamado adorable.

❀ ❀ ❀ ❀

El día siguiente llegó demasiado rápido para Tobirama. Aunque intentó mantenerse ocupado, había una sensación en su interior que lo empujaba a pensar en la inevitable "molestia" que era [T/N]. Por alguna razón desconocida para él, su mente se centraba en una única pregunta: ¿la vería hoy también?

Y efectivamente, la respuesta llegó tan pronto como salió de la Torre Hokage al final del día. Allí estaba [T/N], esperando con los brazos cruzados y una sonrisa traviesa, como si supiera exactamente cómo afectarlo.

—¡Tobirama! —lo saludó alegremente, acercándose sin dudar—. Justo a tiempo. Sabía que no faltarías a nuestra... cita.

Tobirama frunció el ceño de inmediato. ¿Cita? ¿Cuándo había accedido a eso? Se quedó en silencio, observándola con sus ojos rojos y fríos, mientras trataba de mantener su compostura.

—No es una cita —respondió, casi de forma automática—. Solo te encontré aquí por coincidencia.

—Oh, claro —dijo [T/N], moviendo la cabeza con fingida inocencia—. Entonces, si no es una cita, no te importará si pasamos el rato juntos, ¿verdad? Vamos, no te haré perder mucho tiempo.

Antes de que Tobirama pudiera protestar, [T/N] ya había tomado su brazo y lo estaba arrastrando hacia el centro del pueblo. La sensación de su tacto, aunque ligera, encendió una corriente eléctrica a lo largo de su piel. Era sorprendente cómo algo tan simple como su mano sobre su brazo lograba alterar su ritmo interno.

—Tienes que aprender a relajarte, Tobirama —decía [T/N] mientras caminaban—. Ser Hokage es un trabajo pesado, pero si no te tomas un descanso de vez en cuando, vas a colapsar. Y no puedo permitir que mi Hokage favorito esté todo serio y aburrido todo el tiempo.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora