இ o65. Nara Shikamaru.

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weón, amé este OS <3

Shikamaru no había perdido el tiempo en idear una forma de ver a [T/N] ese día

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Shikamaru no había perdido el tiempo en idear una forma de ver a [T/N] ese día. Era un día tranquilo como cualquier otro en Konoha. Sin misiones, sin problemas. Una tarde normal y corriente. Y el Nara desde que sus sentimientos hacia ella se habían vuelto más claros, había decidido no guardarse nada, y en vez de ser reservado o misterioso como solía ser, se entregaba sin tapujos a la tarea de conquistarla.

De hecho, lo hacía de la forma más atrevida posible, coqueteando a cada oportunidad que tenía.

—[T/N] —la voz de Shikamaru la sorprendió mientras caminaba por las calles del mercado, aunque ya estaba empezando a acostumbrarse a sus repentinas apariciones—. Qué fastidio tener que pasar un día sin verte... Creo que me estoy acostumbrando a lo bueno.

—¿Otra vez con eso, Shikamaru? —respondió ella, sin poder evitar sonreír ante la insistencia del Nara. Sabía que él bromeaba, pero había algo en su mirada y en su tono que siempre le hacía pensar que, detrás de su usual sarcasmo, había verdad.

—No estoy bromeando, sabes. Cada día que te veo es un día menos fastidioso —le dijo mientras se inclinaba un poco más cerca, casi tocando su rostro con el de ella—. Quizá deberías pasar más tiempo conmigo... podríamos hacer que todos los días sean interesantes.

[T/N] rodó los ojos, aunque una pequeña risa se escapó de sus labios.

—¿Interesantes como tus constantes siestas? —se burló, dándole un suave empujón en el pecho.

—Bueno, si tú estás conmigo, no necesitaría dormir tanto —respondió él, con un tono sugerente, sin apartar su mirada intensa de ella—. Tengo mejores cosas en mente si estás a mi lado.

Ella se sonrojó levemente, pero antes de que pudiera responder, una voz familiar interrumpió la escena.

—¡[T/N]! ¡Aquí estás! Vamos a comer ramen, te invito, lo prometí después de esa misión —Naruto apareció con su energía usual, sin notar inicialmente la presencia de Shikamaru. Agarró la mano de [T/N] y comenzó a arrastrarla hacia Ichiraku, ignorando por completo la atmósfera que había entre ella y el Nara.

Shikamaru los siguió con la mirada, con un pequeño suspiro que no era precisamente de resignación. Claro, Naruto siempre tenía que aparecer en el peor momento, pero Shikamaru no iba a permitir que se quedara con todo el tiempo de [T/N]. El ramen podría esperar.

Cuando llegaron al Ichiraku, Naruto ya estaba gritando su orden habitual mientras [T/N] se acomodaba en el asiento a su lado. Shikamaru llegó poco después, con las manos en los bolsillos y su expresión usualmente relajada, pero esta vez había algo más en su mirada: una chispa de celos bien disimulada.

—Naruto, creo que estás robándome a mi compañera —dijo Shikamaru, dejándose caer en el asiento al otro lado de [T/N]—. Estaba a punto de invitarla a algo más... interesante que solo ramen.

Naruto lo miró, confundido por un momento, mientras sorbía un poco de su tazón.

—¿Eh? Pero ella me dijo que sí, ¡es nuestra recompensa de misión! —protestó, mientras seguía comiendo sin detenerse.

Shikamaru se inclinó hacia [T/N], ignorando a Naruto por completo.

—Ramen, ¿eh? No es lo que tenía en mente para nuestra tarde, pero si tú lo disfrutas, supongo que puedo adaptarme... aunque tenía un par de ideas más... privadas —le susurró al oído, lo suficientemente alto como para que Naruto lo escuchara y se quedara mirándolos, todavía sin entender del todo la tensión entre ellos.

—¡Shikamaru! —[T/N] trató de mantener la compostura, pero el descaro con el que él coqueteaba la dejaba sin palabras la mayoría del tiempo. No era normal verlo tan intenso, y mucho menos frente a Naruto.

—¿Qué pasa, [T/N]? —respondió él, con una sonrisa de medio lado, mientras su mano descansaba de manera casual sobre la mesa, demasiado cerca de la de ella—. Solo estoy siendo honesto. Sabes que no soy de andarme con rodeos. Si quiero algo, voy por ello... y tú, definitivamente, eres lo que quiero.

Naruto se rascó la cabeza, finalmente entendiendo un poco de la situación, y soltó una risa nerviosa.

—Uhm, chicos... si necesitan tiempo solos, no tienen que invitarme a ramen... —dijo, levantándose con su tazón en la mano—. ¡Hinata puede estar esperándome en casa! Sí, eso es, me voy... ¡Disfruten! —dijo antes de desaparecer casi de inmediato, dejando a [T/N] y Shikamaru solos.

—Vaya, qué rápido entendió el mensaje —comentó Shikamaru, acercándose más a [T/N] hasta que sus rodillas se tocaron debajo de la mesa—. Ahora, dime, ¿no prefieres estar sola conmigo? Puedo hacer que olvides todo lo demás... —su tono era suave, pero había un atrevimiento en sus palabras que hacía que el ambiente se sintiera más cargado de lo normal.

—Shikamaru... eres un descarado —respondió ella, aunque había una sonrisa en sus labios—. Siempre tienes que interrumpir, ¿verdad?

Él la miró fijamente, sus ojos oscuros brillando con un aire decidido.

—Siempre interrumpiré cuando se trata de ti —murmuró, tomando su mano con firmeza, pero con una suavidad que hacía que ella sintiera un escalofrío recorrerle la columna—. No pienso dejar que nadie se interponga... ni siquiera Naruto. Tú eres mía.

La declaración fue directa, descarada, y tan típica de Shikamaru que [T/N] no supo si reír o estremecerse ante la intensidad con la que él la observaba. Había algo en su actitud relajada que siempre ocultaba esa pasión que parecía explotar en los momentos más inesperados.

—Eres increíble, Nara —susurró ella, pero no pudo evitar corresponder su mirada con la misma intensidad.

—Lo sé —respondió él, sin soltarle la mano—. Y ahora que estamos solos... tengo muchas más ideas para esta tarde.

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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora