𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐍𝐀𝐑𝐔𝐓𝐎

இ o75. Hatake Kakashi.

pequeño anuncio: publiqué un libro de OS de Satoru Gojo, por si a alguien le interesa; ah y ademas abrí pedidos por si quieren hacer el suyo. Si llegan temprano quizás tengan la chance de que les escriba su OS deseado. besitos y disfruten este de Kakashi. 🩷

[T/N] había estado planeando esta sorpresa durante semanas, y su corazón latía con emoción y nerviosismo al pensar en la
reacción de Kakashi. Desde que había descubierto que estaba embarazada, sabía que quería hacerlo especial, así que había decidido dejar pequeñas pistas en la casa para que él las encontrara. Era un juego divertido, pero también un modo de hacer que Kakashi se diera cuenta por sí mismo del gran cambio que estaba a punto de ocurrir en sus vidas.

Comenzó por los calcetines de bebé. Había elegido un par de pequeños calcetines azules con estampados de nubes, y los colocó en la mesa de la entrada. Luego, un chupete colorido apareció en la cocina, justo al lado de la caja de galletas que Kakashi siempre robaba de noche. También dejó un libro sobre la crianza en su estantería, mezclado con los volúmenes de novelas de misterio que le gustaba leer. Se imaginaba a Kakashi encontrando cada uno de esos objetos y el momento en que sus ojos se iluminarían al comprender lo que significaban.

Sin embargo, los días pasaron y Kakashi parecía tan ajeno a las pistas como siempre. Él estaba sumido en su trabajo, con misiones que atender y un montón de informes que revisar. Por las noches, cuando llegaba a casa, se acomodaba en el sofá con un libro, ajeno a las sorpresas que [T/N] había preparado para él.

Una noche, después de una cena tranquila, [T/N] decidió que era hora de probar su estrategia. Se sentó a su lado en el sofá, con una sonrisa nerviosa.

—Oye, Kakashi, ¿qué piensas sobre tener un bebé? —preguntó con tono casual, intentando medir su reacción.

Kakashi levantó la vista del libro, confundido.

—¿Un bebé? —repitió, arqueando una ceja. —¿Te refieres a un nuevo jutsu?

[T/N] soltó un suspiro, un poco frustrada pero divertida. Sabía que Kakashi no captaba las indirectas fácilmente, así que decidió dejarlo pasar. Esa noche, mientras se acomodaba en la cama, no podía evitar sentirse ansiosa. Esperaba que Kakashi comprendiera pronto lo que estaba sucediendo.

Los días siguientes transcurrieron de manera similar. [T/N] colocó una manta de cuna en el sofá y un par de libros sobre nombres de bebés en su estantería. Cada vez que Kakashi regresaba de una misión, lo veía sumergido en su mundo, ignorando las pistas que había dejado. A pesar de su desánimo, se mantenía optimista.

Finalmente, una noche, mientras [T/N] se acomodaba en la cama, notó que Kakashi parecía más pensativo. La luz de la luna iluminaba su rostro, y ella sonrió al verlo, aunque había una sombra de preocupación en su mente. Kakashi se recostó junto a ella, sus pensamientos eran un torbellino de imágenes y recuerdos. Los calcetines, el chupete, los libros... Todo comenzó a entrelazarse en su mente.

Fue en ese momento que todo hizo clic. Kakashi se sentó de golpe en la cama, los ojos muy abiertos, el corazón latiendo con fuerza.

—¡Espera un segundo! —gritó, despertando a [T/N] de su sueño.

Ella lo miró, sorprendida, sin saber si debía estar asustada o emocionada.

—¿Kakashi? —preguntó, aún aturdida.

—¡¿Vas a ser mamá?! —exclamó, su voz rebosante de alegría y asombro.

Las lágrimas de emoción comenzaron a acumularse en los ojos de [T/N], y su sonrisa se expandió. Kakashi, incapaz de contener su felicidad, se dejó caer de espaldas en la cama, riendo.

—¡No puedo creer que fui tan despistado! ¡Todos esos calcetines y el chupete eran por eso! —gritó, su rostro iluminado por la felicidad.

[T/N] se unió a él en su risa, sintiéndose aliviada de que finalmente hubiera comprendido.

—Sí, cariño. ¡Soy mamá! —confirmó, su voz llena de emoción.

Kakashi se volvió hacia ella, sus ojos brillantes.

—No puedo creerlo... —susurró, su tono convirtiéndose en uno más serio. —Voy a ser papá.

La noche se llenó de risas y abrazos mientras compartían la alegría de la noticia. Kakashi le tomó las manos, mirándola a los ojos con intensidad.

—Esto significa que nadie va a interponerse entre nosotros y nuestro pequeño —dijo con firmeza, su voz casi amenazante pero llena de amor—. Protegeré a nuestra familia con mi vida.

[T/N] sintió una oleada de amor por él, y se acurrucó en su abrazo. Sabía que Kakashi sería un padre increíble, y la seguridad de sus palabras la llenó de una felicidad profunda.

Esa noche, mientras se acurrucaban bajo las sábanas, la luna iluminaba la habitación. Kakashi no podía dejar de sonreír, imaginando el futuro que les esperaba. Una familia, un hogar lleno de risas y amor.

Con el corazón rebosante de emoción, se quedó dormido pensando en cómo sería su vida a partir de ahora, pero una cosa era segura: estaba decidido a ser el mejor padre posible para su pequeño.

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