Correo Equivocado ✉❌ (Park Ji-min)

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La leyenda del elixir blanco

Narra Jimin

Ella es una chica muy accesible, y eso suma un punto a mi favor; ahora tengo que hablar con alguien de gran sabiduría, y quién mejor que G-Dragon, así lo llaman, es como el vampiro al que todos acuden cuando el cielo está a punto de derrumbarse, y su boca es una tumba, por eso se lo respeta, si supieran la cantidad de información que su cabeza almacena, es impresionante.

Odelia– Oye, ya pasó muchas horas y no he comido ni una miga de pan.

Jimin– Ve a la nevera, no lo sé.– Dije buscando el número del anterior nombrado en una libreta.

Odelia– Pues, esta comida está... Podrida.

Jimin– Oh, cierto, olvidé comprar comida.

Odelia– Así que los vampiros comen comida humana.– Con sorna.

Jimin– Antes de que me enoje voy al súper, y hazme el favor de buscar el nombre G-Dragon en esta libreta.– Asintió y fui.

Caminaba por el pasillo, pensando, martirizándome, ¿Por qué de todos los vampiros, yo tuve que encontrarla? Soy joven para tanta responsabilidad, Dios santo.

Cajera– Tome su cambio, adiós.

Salí con la mente perdida, y sí, no puedo explicarlo, no es fácil, la leyenda cuenta más que esa bebida ardiente, esa que significa amenaza y salvación, sería un motivo de luz y modificación. 

Jimin– ¿Lo encontraste?- Sentada en la mesa de la cocina como cuando me fui.

Odelia– Sí, justo cuando te marchaste.

Jimin– Perfecto, cocina algo, también tengo hambre.

Odelia– Bien.– Se puso en marcha con la cena, y preferí hacer la llamada después de la comida.

En una hora ella servía los dos platos, por momentos es una rebelde y burlona, en otros la timidez la abarca.

Jimin– Oye, ¿Qué miras?

Odelia– Tragó– Pues, no sabía que los de ustedes comen sólidos.

Jimin– Solté una risa por la indignación– ¿Qué crees que es esto?

Odelia– Lo siento si te ofendí. 

Jimin– Los humanos son tan mentecatos, esto no es una película de crepúsculo, donde el chico brilla cuando está bajo el sol, o que nos alimentamos exclusivamente de sangre.

Odelia– ¿Entonces?

Jimin– Tampoco somos seres que vivimos miles de años, o nos convertimos en murciélagos que le temen al ajo y a las cruces, hay gente que ni siquiera te imaginas que lo son.

Odelia– Yo... No lo sabía, perdona mi ignorancia.

Jimin– Tenemos la misma expectativa de vida que un humano, solo que sin la sangre podemos fallecer, lo único que tenemos como "Beneficio", es la fuerza, la curación de heridas profundas, olfato, esas entre otras, pero nada de las tontas películas fantasiosas. 

Odelia– ¿Y en qué se basan los escritores?

Jimin– En la imaginación, vamos a suponer que estoy escribiendo una novela, en la que tú eres una tonta humana, y te describo como una perdedora.– Hizo una mueca de desagrado– El punto es, que un escritor imagina cosas que nunca pasan, puede que seas una humana inteligente, y yo te dibujé en lo contrario.