Correo Equivocado ✉❌ (Park Ji-min)

•29•

Eras y eres una mala madre

Narra Jimin

Jimin– Lo encontré y no lo pensé, Thomas me dio motivos para acabar con su mediocre vida, y lo tengo aquí.– Saqué su celular de mí bolsillo.

Odelia– ¿Cómo es que lo tienes contigo?– Reconociendo el móvil. 

Jimin– Se lo saqué cuando lo rapté. 

Odelia– No comprendo, no eres un asesino, no puedo creerlo.– Consternada.

Jimin– Por favor, si te lo explico, así no sea lo que quieras escuchar, sabrás el por qué. 

Odelia– Está bien, hazlo rápido. 

Jimin– Admito principalmente, que lo iba a matar, odio a ese tipo de personas, pero me debatía en darle una oportunidad.– Entre que le contaba, tecleaba en el móvil– Y hallé una interesante conversación en un chat con su amigo Alan, ¿Lo conoces?

Odelia– Mmh, no precisamente, oí nombrarlo, ¿Qué tiene?

Jimin– Thomas arregló una noche con su amigo, para tener un...– Me detuve, se me seca la garganta del solo recordar.

Odelia– ¿Un?

Jimin– Carraspeé– Un trío.– Dije con la voz temblorosa y ella se tensó– Para los siguientes mensajes, Thomas estaba cabreado contigo porque te habías ido arruinando la velada que esos dos tipos tenían para ti.

Odelia– Sollozó y se tapó la boca– Dios.– Murmuró.

Jimin– Esa fue la buena razón que me condujo a tomar medidas extremas, pero la principal, fue esta foto.

Alcé el celular frente a su cara, abrió los ojos a tope, su labio inferior tembló, y unas cuantas lágrimas corrieron.

Odelia– Esa noche...– Formuló nerviosa.

Jimin– Tranquila, no lo hago para que sufras, aunque es inevitable, pero quiero que me entiendas, sé que estuve mal. 

Odelia– Dámelo.– Me lo sacó de las manos para mirar mejor su propia imagen.

La que vi antes, parada frente a las cortinas negras, con la camiseta del gusano que maté, golpes y su cuello marcado.

Odelia– Me acuerdo como si fuera hoy.– Con la vista cristalizada.

Jimin– No lo hagas, te hará mal. 

Odelia– Tengo que hacerlo.– Susurró, aclaró su garganta– Fue un fin de semana largo, muy largo.– Sorbió su nariz– Viernes por la noche, los de siempre, jugadas de póquer, cervezas, olor a cigarros, y la visita de mi hermanastro a mí dormitorio.

Jimin– No sigas.– Lastimero. 

Odelia– A mamá la trasladaron a otra zona porque requerían de su presencia por falta de personal, entonces dijo que volvería el domingo por la noche, o quizá el lunes, no sabes lo despreocupada que sonaba, ella no tendría que lidiar con Charles y su bandada.

Limpió sus mejillas con brusquedad, sostuvo el aparato entre sus manos con la foto.

Odelia– Charles bebió hasta caer en un coma; estoy siendo sarcástica.– Soltó una risa amarga– Y Thomas vio su pase libre para quedarse el fin de semana completo.