Correo Equivocado ✉❌ (Park Ji-min)

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Ten fe

Narra Odelia

Jimin- No lo sientas, ven, te mostraré lo que guardo, para que entiendas.- Me extendió su mano y juntos caminamos a su habitación.

Odelia- ¿Y qué es lo que me quieres mostrar?

Jimin- Esto.- Abrió el armario, detrás de tapados de piel y sacos largos, cogió un cuadro de una mujer de cabello oscuro, un niño abrazado a ella, con sus tiernas mejillas rojas.

Odelia- ¿Quiénes son?

Jimin- Es mi madre y yo.

Se calló velando la foto detenidamente, sonrió algo triste y me la dio para sostenerla.

Jimin- Papá murió a mis tres años de edad, encontraron su cadáver en el río.

Odelia- ¿Murió?

Jimin- Sonrió- Lo mataron, los cazadores lo hicieron ver como un pobre suicidio.

Odelia- Qué triste.

Jimin- Esa fue mi primer gran pérdida; a mis cinco años, en la noche escuchamos ruidos en casa, mamá dormía conmigo en la misma cama.- Respiró hondo y puse mi mano en su hombro para que supiera que estaba con él en sentimiento- Esa semana nos dieron aviso en la reunión de vampiros, que los cazadores estaban exhaustivos, habían matado a tres familias en menos de un mes, inclusive niños de la misma edad que yo.

Odelia- ¿Por qué tanto odio?

Jimin- Mi raza, en fin, les dieron la data de nuestro paradero, y nos visitaron, entraron la habitación y dispararon no sé qué cosa, no llegué a verlo, mi madre me tomó de las axilas y saltamos por la ventana, me cargó y corrió largas cuadras, la llovizna nos bañó.

Se sentó en el suelo y lo acompañé con el cuadro sobre mis piernas.

Jimin- Pasamos por una enorme casa, y la llovizna se convirtió en lluvia, nos encontrarían en cuestión de nada, ella me tomó de las mejillas y me dijo: "Quiero que corras y te escondas, no le digas a nadie quién eres, ¿Sí?- Asentí oyendo- Te amo bebé, ahora vete.", su abdomen sangraba, es lo que recuerdo.

Odelia- Y lo hiciste.

Jimin- Sí, no...- Atropellado en sus palabras, sacudió la cabeza- Me metí a la casa que mencioné antes, y las paredes del fondo eran demasiado altas para que un niño de mi edad pudiera saltarlas, por lo que me escondí en la casa de perro que había allí en el patio, podía oír a mi madre suplicar por su vida, asomé mi vista, y en la calle vacía, apuñalaron su corazón con una especie de daga, no lo recuerdo con claridad, di un respingo y me metí.

Odelia- Tragué el nudo, su historia reflejada igual o peor aflicción que la mía- Malditos.

Jimin- Mis padres eran los encargados de buscar al elixir blanco, la mujer que engendraría a la salvación de mi raza, detestaban ser lo que eran.- Agarró el cuadro- Pasé la noche en esa casa de perro, sucio, llorando, dormí en ella, al día siguiente un perro me despertó, el propietario de la cucha.- Rió y unas lágrimas cedieron- Detrás del perro, un anciano asustado por mi condición, fue el hombre que me dio contención y cuidado, una nueva identidad, ya que fue al único que le revelé quién era yo.

Odelia- Quisiera haber estado allí para ayudarte.

Jimin- No habrías podido, el hombre que me crió, me heredó su casa hace pocos años, antes de morir, sus verdaderos hijos eran unos inservibles muertos de hambre, y yo lo traté mejor de lo que su sangre lo hizo.- Tiene amor por los humanos.