Correo Equivocado ✉❌ (Park Ji-min)

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¿Tú amenazándome a mí?

Narra Odelia

Para el almuerzo, solo pude hacer un arroz salteado con verduras, no había nada en la nevera como para consentirme, tonto Jimin, hace días vengo advirtiéndole sobre la escasez de alimentos.

Y ni una llamada de mi novio, del medio día pasé a la tarde, nada, sin señal de vida, rayos, tampoco tengo sueño, con él dormimos más de la cuenta, ni ganas de acostarme tengo.

TN___- Debo comprar lo que necesito por ahora.

Una de esas cosas eran las toallas femeninas, sí, en cuanto Jimin y yo terminamos nuestro acto de amor, la regla me cayó prácticamente encima, y los dolores son horribles, quisiera pedirle unos masajes para que me alivie.

TN___- ¿Espero su llamada? Ay, pero necesito las toallas, me estoy desangrando.

Esperé a que se hicieran las cinco de la tarde para buscar un negocio abierto, la mayoría eran casas, tuve que caminar cuadras y cuadras hasta dar con un mini mercado, donde conseguí lo necesario, luego algo para comer, y así, entre tanto, anocheció, eran las siete de la tarde, por el frío, la oscuridad se apresuraba y la gente casi no andaba por las calles, eran contadas con los dedos.

TN___- El vaho me avisaba que cada vez refrescaba más, por lo que apuré el paso- Rayos, y aún faltan unas cinco cuadras por caminar.

Sí que Jimin vivía lejos de los negocios, demonios, las calles cada vez se ven sumamente desoladas, barrio de ricos.

Y a medida que mis pies marchaban sin pausa, una extraña sensación recorrió mi cuerpo, ¿Presentimiento? ¿Pero de qué?

Ya me daba miedo seguir, si quiera pensar, perdida en mi debate mental, de la nada, una mano cogió mi antebrazo.

Hombre- Andando, y en silencio.- Susurró con la voz ronca.

TN___- Me tensé- ¿Qué?- Fue lo único que pude decir.

Hombre- Cierra el maldito pico.- Escuché que aspiró mi aroma sonoramente- Creo que te encontré.

Mi cuerpo tembló considerablemente, y me adentró por un callejón, como el día que Jimin me raptó, el espanto es irreversible, y cuanto más me alejaba, más quería golpearlo para correr.

Hombre- Hizo que arrojara las bolsas y me acorraló- Quítate la bufanda.- Negué- Que te la quites.- La arrancó de mi cuello y despedí un bajo quejido, mi voz se apagó.

El asqueroso pero anónimo hombre, pasó su lengua por mi cuello, le pedí en susurros que parara, claro que no lo hizo, y sin previo aviso incrustó sus dientes en mi cuello.

TN___- ¡¡Ah!! ¡¡Ayuda!!- Su poderosa mano apretó mi cuello para que no gritara.

Hombre- Escupía mi sangre con asco y ardor- Lo sabía, eras tú.- Tosió- El jefe se pondrá feliz y me recompensará por haberte encontrado.

El agarré se hizo pesado, apretando con mayor fuera que la anterior vez, me iba a desmayar eso era seguro. Y una sombra salvadora, o eso es lo que pude sentir al ver que el sujeto que me atacó, lanzado por los aires.

¿Otro vampiro? ¿Un cazador?

La nueva persona en escena vestía completamente de negro, sin dejar ni una parte en evidencia de su piel, y en cuestión de segundos acabó con la vida del vampiro que me había herido, con nada más y nada menos que... una daga.