Correo Equivocado ✉❌ (Park Ji-min)

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Te amo

Narra Jimin

Mis ojos cerrados, la claridad del día traspasaba mis párpados, el olor del café caliente rondaba por mis fosas nasales, aspiré y logré mirar. Odelia no se hallaba dentro del cuarto, pero unas dos tazas reposaban en la mesa al lado de la cama.

Me senté y froté los ojos, bostecé largamente, dormí como un bebé no lo dudo.

Odelia– Buenos días.— Entró con un plato de medialunas. 

Jimin– Oh, buenas.— Me sorprendió lo bien que me está atendiendo después de ser un cerdo con ella.

Odelia– Te hice un café para ti, un té para mí, y calenté las medialunas de ayer, nos levantamos tarde y la panadería no tenía más. 

Jimin– ¿Qué hora es?

Odelia– Mmh.— Apretó el botón de mi teléfono— Las doce y cincuenta. 

Jimin– Demasiado tarde diría.

Odelia– No te apenes, no es que tengas que trabajar después.— Rió.

Me alcanzó la taza y se sentó cerca de mí, de verdad tiene esa esencia de madre, no solo es mi novia.

Jimin– Gracias.— Tímido, rayos, ¿Yo tímido? ¿Desde cuándo?

Odelia– De nada.— Con su dedo índice corrió un mechón de mi cabello detrás de la oreja— ¿Estás bien?

Jimin– Sonreí— Mucho mejor, me siento mimado. 

Odelia– Tengo que mimarte, odio verte triste. 

Jimin– ¿Me odias?

Odelia– Tarado, ¿Cómo te voy a odiar? Dios santo. 

Jimin– Te he hecho tantas que no me sorprendería.

Odelia– Dejó su taza en la mesa y se puso de rodillas en la cama, frente a mí— Te amo.— Me pasmé— Por eso no puedo enojarme contigo, y no importa si no lo haces, tiempo al tiempo.— Besó mis labios— Voy al baño, no me aguanto.— Rió y salió corriendo alegre.

Lo dijo así nada más, "Te amo", miré la puerta y luego a mi taza, procesando, parezco una computadora tildada.

Odelia– Ah, volví.— Se sentó en su posición anterior para coger su taza. 

Jimin– ¿De verdad lo dijiste?

Odelia– Bebió un sorbo— ¿Qué cosa?

Jimin– Te amo.

Odelia– Sí, ¿Molesta?— Negué— Bien, porque no estoy esperando a que me lo regreses, odiaría que me lo dijeras para complacerme.— Siguió tomando su té.

Jimin– Gracias por eso.

Odelia– No es nada, bebe tu café de una vez.

Decidí llevar los objetos a la cocina y limpiarlos, ya bastante se hizo cargo de traerlo al cuarto, fui al baño y regresé a la cama.

Jimin– ¿Podemos quedarnos un rato más?— La abracé por la cintura, acostados.

Odelia– No tengo sueño, amor.