Capítulo 34

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Nos metimos dentro de la piscina totalmente desnudas, pero Calle no dejaba de intimidarme, aunque ya conocía mi cuerpo, porque me miras así amor, es que todavía no puedo creer como una mujer tan perfecta como tú, esta con alguien como yo.

-Lo mismo me pregunto yo amor, que hice para que te fijaras en mí, me enamore de ti desde el primer instante, eres perfecta me encantan, tus ojos aceituna, tus labios, tu rostro tu cuerpo, tu pelo, me encanta todo de ti Poché.

-A mí también me encanta todo de ti Calle, y lo que más hechiza es la forma en que me besas, tus caricias y la manera en que me haces el amor, me llevas a otra dimensión y me haces perder la noción del tiempo.

-Me gustan tus palabras, tus demostraciones de afecto, tus abrazos, me hacen creer de nuevo en el amor y cuando estoy contigo mi ansiedad mis miedos y mis fobias se alejan.

-Empezamos a acercarnos poco a poco hasta que nuestras narices hicieron contacto, mi amor ladeo la cabeza y me beso como solo ella lo sabe hacer, te amo con todo mi ser Poche, dijo en medio del beso jamás dudes de eso.

-También te amo mi amor, enrede mis piernas en la cintura de Calle para acortar la distancia entre nuestros cuerpos, haciendo chocar mi pelvis contra la suya y comenzar una guerra de besos, ambas ya estábamos perdidas por las caricias y el deseo que sentíamos haciéndonos temblar.

-Apoye mi espalda en la pared de la piscina para así estar más cómodas, Calle devoro mi cuello haciéndome soltar un ronco gemido, recosté la cabeza hacia atrás para darle más acceso y ella gustosa sonrió continuando con suaves besos en aquella zona.

-Deslice mi mano hacia su centro tomándola por sorpresa, dándole suaves caricias con mis dedos, miro mi boca y beso mis labios halándolos con deseo, quite mis piernas de su cintura y las mantuve en movimiento para flotar y poder concentrarme para darle placer a Calle.

-Sus gemidos eran música para mis oídos, me excitaba saber que era yo la culpable de verla convulsionar y gritar de placer, la tome del cabello y se lo hale un poco mientras continuaba entrando y saliendo de ella.

-Esta vez se dejo dominar a mi antojo, ya que en oportunidades anteriores era ella quien me doblegaba, salimos de la piscina y llegamos a su habitación para continuar con lo que habíamos iniciado allá abajo.

-Caí de espaldas sobre la cama y Calle poso sus labios en mi centro, la tome fuerte de sus cabellos, para que no se quitara por favor no pares le dije en un susurro casi inaudible, sentía mis mejillas arder, y mi cuerpo temblaba sintiendo escalofríos que me dejaban sin aliento.

-No aguante más y me corrí en su boca, levante mi cabeza y la vi sonreír, subió y empezó dándome besos por el vientre hasta legar a mi senos y ahí se entretuvo en ellos, apoyo su cuerpo sobre el mío la tome de las mejillas y me comí su boca lentamente hasta dejarla roja e hinchada.

-Luego ella se acostó a mi lado entrelazando nuestras manos, teniendo aun dificultad para respirar, me acosté de lado para contemplarla mejor, sonreímos y recosté mi cabeza en su pecho.

-Nos mantuvimos en silencio, ella empezó a acariciar mi cabello, hasta quedarme dormida, desperté a la madrugada y mi amor no estaba conmigo, la llame y no me respondió me puse una pijama de ella y baje a la cocina.

-La encontré ahí y estaba recostada sobre la barra, al lado tenía una jarra con agua casi a la mitad, la moví despacio y vi que estaba llorando, se me estrujo el corazón al verla quebrada en llanto.

-Amor que te pasa, por un momento creí que había sido por lo ocurrido horas atrás, ella me miro a los ojos y me abrazo fuerte sentí que se me partían los huesos por el apretón tan fuerte que me dio.

-Su llanto empezó a disminuir, me dio a entender que mis abrazos la reconfortaban en situaciones como estas y le daban la seguridad que necesitaba, yo seguía confundida y no entendía que la había puesto así.

-Llegamos de nuevo a la habitación y nos acostamos se recostó en mi pecho y entrelazamos las piernas, ella aún seguía sin decir nada, me llene de valor y le pregunte, que te pasa Calle.

-Me miro y suspiro, es que mañana voy a visitar de nuevo a mi papá, y todavía no me hago a la idea que este todavía en esa cama sin poder reaccionar, me siento muy culpable por eso Poché, no hay día en que no deje de recordar lo que paso, y eso hace que aturda mis pensamientos, y lo peor es que no te puedo presentarte ante él y que conozca la mujer tan maravillosa que eres.

-No amor no es tu culpa, el hecho de que ella le haya causado ese accidente a tu papá no te hace culpable, tú no entiendes Poché, indirectamente lo soy, yo fui quien la dejo a entrar a nuestras vidas.

-Nunca le hice caso a mi familia y menos a mi papá, él decía que ella era una mala mujer, y no quise escucharlo, vine a entender todo cuando ya era demasiado tarde, cuando ya no había nada que hacer.

-Volvió a quebrarse en llanto, yo solo la abrace de nuevo y guarde silencio, no quería abrumarla con mis respuestas sin sentido, lo único que quería era protegerla de todo lo que le pudiese ocasionar daño y poder caminar de la mano junto a ella.

-En ese momento lloraba a la par con Calle, y no me di cuenta en que momento nos quedamos dormidas... me desperté temprano, pero mi amor de nuevo no estaba en la cama la iba llamar cuando la vi salir del baño.

-Me quede anonada viéndola tenía una bata de seda sobre su cuerpo que le quedaba de infarto, ella me miro coqueta y sonrió, y me llamo con su dedo índice, llegue a su lado y me abrazo por la cintura, nos dimos un corto beso.  



CPonylunatico

(Espero les guste estos dos capítulo, vota mucho por la historia para si seguir actualizando seguido, nos leemos hasta la próxima)

BLANCO Y NEGRO - CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora