BLANCO Y NEGRO - CACHÉ

Capítulo 3

Volví a la realidad ya que estaba en shock, y ahora la que se abalanzó hacia el fui yo, -hola Sebas- no te esperaba tan rápido por acá. él me sonrió y dijo simplemente -quería compartir unos días mas contigo antes de irme para donde tu papá y decidí llegar de sorpresa.

-Y vaya sorpresa que me has dado le respondí también con una enorme sonrisa, pero me pareció extraño que lo dejaran ingresar tan fácil a la empresa el día de hoy y recordé que yo tuve inconvenientes al ingreso -así que lo interrogue- ¿Sebastián Villalobos como ingresaste hasta acá? -oye hace mucho no me llamabas así, solamente cuando estas enojada, en realidad si lo estoy, le conteste -y lo mire fijamente -pero en mi interior quería reírme.

-El soltó una carcajada y me respondió divertido pues -poch igual que en el colegio- me dijo con una mirada picara lo mire entrecerrando los ojos, Sebastián eso era en tiempos pasados y esta es la empresa donde yo trabajo me pueden llamar la atención por tu culpa.

-Se levantó de la silla me tomo por los hombros -y me dijo tranquila ya me voy,- lo que menos quiero es causarte problemas no sin antes darle las llaves de mi piso para que se quedara unos días conmigo y ramón.

-Las tomo, me dio un beso en la mejilla y se fue pero le advertí que tuviera cuidado a la salida me guiño un ojo y desapareció.

-Me senté en mi cómoda silla y respire profundamente al recordar el inicio de mi día donde estaba con cara de pocos amigos gracias a la mandona de mi jefa, y luego la sorpresa de que Sebastián haya llegado hasta mi lugar de trabajo eso sí que no me lo esperaba respire profundamente y encendí el computador inicie sesión en mi correo electrónico donde uno me llamo la atención y me descoloco leí atenta y detenidamente.

-Buenos días María José espero te encuentres bien, necesito que por favor estés muy atenta en la reunión que tendremos hoy con los nuevos directivos de las dos sedes que serán oficialmente reinauguradas en los próximos días ,y "tu eres una pieza clave en esta junta ya que te desenvuelves mejor que yo hablando Alemán", una ellas estará en Bilbao y la otra en Hamburgo, la reunión empieza a la 10:00 am espero que no tengas muchos pendientes y estés con la mejor disposición-

-Al terminar de leer me empezaba a faltar el aire a causa de un ataque de ansiedad ya que no estaba acostumbrada a improvisar en las reuniones, y tampoco estaba enterada que debía reunirme con ellos, creí que cuando Judith me pidió que tuviera buena presentación personal era solamente por la visita de la dueña de la empresa.

-Mire el reloj y marcaba las 9:40 de la mañana mi ataque iba en aumento comencé a desesperarme y llegue a un punto en el que no pude ver con claridad y me desvanecí.

-Cuando desperté lo único que alcanzaba a escuchar eran murmullos a mi alrededor poco a poco fui abriendo los ojos y note que me encontraba acostada en el sofá de mi oficina.

-Enfoque la mirada y mire hacia un lado note que Judith sostenía una de mis manos y se veía asustada levante mi cabeza y me encontré con unos -ojos intimidantes- pero a la vez eran los más hermosos que haya podido ver, tan pronto mire a la mujer que estaba muy cerca de mi rostro me sonrió y yo repetí su acción -me ruboricé un poco en ese momento- ya que no sabía quién era aquella castaña de ojos encantadores.

-Ella al notar mis mejillas rojas se levantó del sofá y hablo hacia mi -¿ya te sientes mejor señorita Garzón? - solo nos encontrábamos en aquel cuarto mi jefa ella y yo. La castaña de nuevo me hablo, nos diste un gran susto.

-El color de mis mejillas iba en aumento lo único que salio de mis labios fue -lo siento- ella se acercó de nuevo a mí y me ayudo a levantar, no se en que momento Judith se fue y nos dejo a solas- no te disculpes- lo único que me interesa en este momento es saber si te encuentras bien o si es necesario llevarte a la clínica.

-Mi reacción fue inmediata y le dije que no que ya me encontraba mejor y sin darme cuenta la había tomado de la mano un choque eléctrico recorrió mi cuerpo al sentir nuestras manos entrelazadas -ella solo sonrió- la solté muy apenada y fije mi mirada al suelo, escuche que Judith llamo a la castaña -Dani- ya podemos dar inicio a la reunión y lo mejor es que -María José- se encuentra bien, Judith me miro yo asentí con la cabeza -sentí de nuevo un mareo- por el solo hecho de pensar que la castaña fuera la dueña de la empresa y que haya presenciado mi ataque de ansiedad, quería que en ese instante la tierra me tragara.