BLANCO Y NEGRO - CACHÉ

Capítulo 59

Pov Poché

Me dormí esperando a Calle, no sé cuánto tiempo paso, y cuando desperté ya estábamos dentro de su limusina, en su rostro expresaba enojo pero simplemente se dedicó a observarme, me acomode en la silla y la mire a los ojos.

Hable como pude así fuera arrastrando las palabras y sintiendo que todo me daba vueltas, solo te me quedaras mirando o vas a decir algo le espete con cierto enojo en mi voz, ahora no quiero hablar contigo María José, respondió mirando hacia la calle atraves de la ventanilla.

-Entiendo, le reí con ironía, ahora no quieres hablar, pero sabes yo sí, mira mira María José, me dijo alzando la voz y acercándose a mí, te voy a decir dos cosas, en este momento estoy tan cansada como para ponerme a discutir contigo, la que debería estar enojada soy yo, te parece poco que todo el día dure preocupada sin saber de tu paradero, y para mi sorpresa me respondes a estas horas y ebria, segundo, sé que estas enojada conmigo y te debo una explicación, y por el momento no quiero hablar contigo.

-Ya que no es sano que lo hagamos, tu estas muy ebria, y no puedes razonar debido al nivel de alcohol que hay en tu sistema y al enojo que tienes, mañana con todo gusto hablamos de lo quieras, más bien te llevo a tu casa para que descanses te parece.

-A ver Daniela me estás diciendo que ahora lo que te pueda decir, ¿te puede herir? le respondí con sarcasmo, sabes que María José estas acabando con mi paciencia, piensa lo que tu creas conveniente, no voy a caer en tu juego, ya fue suficiente con el día tan pesado que tuve, como para tener que aguantar ahora tus berrinches.

-Pues no me voy a callar ya estamos hablando ahora te aguantas y me escuchas, ya te dije que no te voy a escuchar y menos dejarme provocar con lo que me digas, si de verdad me quieres hacer reclamos, házmelos en sano juicio no en el estado en que tu estas.

-Así que mejor entra tu piso te cambias, descansas y mañana hablamos cuando estés más calmada, pues tú, no me vas a decir que tengo que hacer, abrí la puerta y ella me fue ayudar a bajarme del auto y se lo impedí, tampoco necesito tu ayuda yo puedo sola.

-Salí del auto y camine tambaleándome de lado a lado sin poder controlar mi cuerpo sentí que me tomaron de la cintura y era Daniela quien estaba a mi lado, me ayudo e entrar a mi piso y yo arrastraba mis pies como mejor podía, me sentó en el sofá, pero le dije que no se fuera, que esta noche quería que se quedara conmigo.

-Lo pensó durante unos minutos y asintió con la cabeza, salió y le dijo a Santiago que ya se podía retirar, entro de nuevo y se sentó junto a mí, la mire a los ojos y le pedí disculpas por mi actitud y comportamiento tan infantil, ella solo suspiraba con una expresión seria en su rostro.

-Tú en serio ¿piensas que no confió en ti María José?, crees que ha sido poco lo que te he demostrado durante lo que llevamos de relación, ¿te he dado motivos para que no confíes en mí? Porque eso fue lo que me diste entender cuando me enviaste los mensajes, no quiero que discutamos por esto, pero si necesito que hagas entender eso.

-No sé qué te molesto en la mañana pero yo no te oculte lo de mi papá, te conté como habían sido las cosas, si no fuiste conmigo era para evitarte un estrés innecesario durante la audiencia que tuve, además no es la única vez que debo enfrentar sola una situación de esa magnitud.

-Por favor contéstame Poché, ya te explique algo que ya sabias, si quieres que te pida disculpas te las doy, pero quiero poder entender que te enojo tanto para que estés así conmigo, sé que te dije que hablaríamos mañana pero ya lo estamos haciendo vamos a solucionar esta situación.

- Es que, Daniela creo que tú no confías en mí, y eso me frustra, no me gusta que me oculten cosas, además yo quiero estar contigo en las buenas y en las malas, que tal vez no te ayude en mucho, pero quiero ayudarte a soportar tu cargas y superar las barreas que se nos presentes, pero juntas tomadas de la mano.

-Amor te voy aclarar una de tus tantas inseguridades, si confió en ti, hasta con los ojos cerrados, eres la mujer de mi vida, mi complemento, mi otra mitad, eres la persona con la que quiero pasar el resto de mis días, te convertiste en una pieza fundamental para mi vida la que le faltaba a mi rompecabezas.

-No quiero que vuelvas a dudar de lo nuestro tu eres todo para mí, y  te amo como nunca había amado a nadie, dejo de hablar mientras tanto yo me secaba las lágrimas por todo lo que decía, mi enojo ya se había esfumado y me sentí como una estúpida haberme portado así por algo tan insignificante al ella haberme aclarado todo.

-Yo también te amo infinitamente, y no sé qué sería de mi vida sin ti, tu llegaste y pusiste mi mundo de cabeza pero de una forma que jamás había experimentado, contigo me siento segura, eres el alimento para mi alma y mi corazón, me acerque a ella y la bese lentamente.

-Calle me recibió gustosa haciéndome sentar en su regazo, mis movimientos eran muy torpes y a ella le causaba risa, amoor no te burles de mí, además esta noche te puedes aprovechar de mí, le dije de manera coqueta y sin pudor alguno.

-Entonces te va tocar beber más seguido ya que en este estado te pones más traviesa y eso me enciende, ¡ahh! entonces te enciendo solo en este estado, le dije en medio de una carcajada, si lo quieres ver de ese modo pues sí, pero también eres muy traviesa en tu estado sobrio, respondió en tono burlón.

-Ushhh te odio Calle, le dije mordiendo su labio inferior, me odias y a la vez me amas, eres tan  congruente con tus repuestas, por eso te amo, reímos y dejamos de hablar continuando nuestra guerra de besos y caricias que cada vez iban aumentado la temperatura de mi cuerpo.

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