BLANCO Y NEGRO - CACHÉ

Capítulo 9

El día de hoy llegue muy nerviosa a la oficina de solo pensar nuevamente en –Daniela Calle- sentía que me faltaba el aire y me dolía el estomago, me encerré en la oficina con seguro mientras me tranquilizaba me mire el en espejo del baño y hable para mi mirando mi reflejo –Maria José Garzón- hoy no puedes caer en los coqueteos de-Calle- me lo repeti mil veces en la cabeza aunque mi cuerpo no colaboraba mucho, suspire y me acerque a la puerta quitandole el seguro para abrirla.

-tome mi celular y vi que tenia un mensaje a Sebas

Sebas bro

Mi poch donde esta la comida de ramón no la encuentro?

-Sonreí- al leer su mensaje y le respondí

Ubícate en la despensa que esta a mano derecha en la parte de abajo ahí lo encuentras,y recuerda que puedes comer lo que quieras

No quiero que mi papá cuando te vea piense que no te di comida, nos vemos en la noche ¡te amo!

Sebas bro

Jajaaja lo sé tu papá me ama, saldré un rato con ramón al parque porque voy a morir de claustrofobia yo también ¡te amo!

-Leí su mensaje y me dispuse hacer mis labores me entretuve en la pantalla del computador, cuando de repente percibí un olor ya reconocido, y supe que –Calle- se encontraba en el mismo nivel de piso en el cual se encontraba mi oficina el nerviosismo se apodero de mi otra vez.

- El teléfono sonó varias veces, dude en contestar ya que no reconocía esa extensión, lo descolgué y lo lleve hasta mi oreja- señorita Garzón- no me gusta que me hagan esperar al responder una llamada, en su voz se sentía enojo. Sentí un escalofrió recorrer mi espalda y mis mejillas estaban rojas por la pena que tenia.

-¿señorita Garzón?- si estoy aquí-hmmm- creí que me había dejado hablando sola, por favor ven a mi oficina, me dijo eso y creí que me desmayaba, ya que su presencia me intimidaba, y al mismo tiempo sentía un atracción por ella, cuando le iba a contestar colgó.

-Al ir caminando por el pasillo sentía mis piernas como si fueran dos pedazos de gelatina, y mis nervios aumentaban cada segundo,no sabia lo que sucedería ahí adentro.

-Pero tenía que hacerme la fuerte y no caer en sus juegos, eso pensaba antes de tocar la puerta,suspire hondo y toque,escuche su voz y me dijo –adelante- lo único que quería en ese momento era devolverme pero ya era tarde,abrí la puerta y entre, ella me escaneo de arriba abajo y me sonrió sentí morir en ese instante ya que su sonrisa se estaba convirtiendo en mi debilidad, yo solo me sonroje.

-Señorita Garzón es un placer verla de nuevo,se levanto de la silla y se acerco a mí, yo no sabia que hacer de los nervios que tenia, me rodeo por detrás poniendo sus manos con delicadeza en mi cintura y aspirando el olor de mi cabello, mi cuerpo me jugo una mala pasada y empece a temblar –que bien hueles Garzón- no se por que de nuevo tiemblas si yo no muerdo me lo dijo nuevamente muy cerca al oído, yo no podía articular ni una sola palabra.

-Se separo de mi, y se sentó de nuevo en su silla, yo aún permanecía estática con las mejillas a punto de explotar de lo rojas que estaban,me indico que tomara asiento y me sirvió un vaso de agua le agradecí y me lo tome de una,recobre el control de mi cuerpo y le pregunte para que me solicitaba con urgencia.

-Ella me miro, pasando la lengua lentamente por sus labios, y apoyo los codos sobre la mesa,y me dijo esta noche paso por ti para llevarte a cenar, me sorprendió escuchar eso y lo que hice fue reírme a carcajadas le respondí que no estaba de humor para bromas ya que estar con ella me estaba incomodando.

-En un abrir y cerrar de ojos la tenia de nuevo al lado mio con los brazos cruzados y el ceño fruncido, me dijo de mala manera no se que te causa gracia si te digo esto es porque es en serio no me gusta hacer chistes ni bromas, hoy tengo una reservación en el restaurante Los Montes de Galicia.

-Me levante de la silla quedando casi a su altura y con una sonrisa en mi rostro le respondí lo siento por hacerte enojar, pero se ve que no sabes disfrutar de los momentos de la vida, y no acepto tu invitación hoy no estoy disponible, invita de nuevo a judith, cuando trataba de salir de allí me tomo fuerte del brazo haciéndome chocar de espaldas con la puerta y en su cara expresaba furia, tal vez por las dos cosas que le dije y en realidad no me importaba.

-Me respondió de mala gana a mi no me importa ella como mujer tu sí me interesas, trate soltarme de su agarre y me fue imposible y en ese momento me beso fuerte por la rabia que ella tenia me rehusaba a seguir el beso pero su lengua pedía permiso por entrar y se lo permití poco a poco fue besándome con mas pasión y ternura y yo lo estaba disfrutando pero nos separamos por falta de aire, vi sus ojos y parecían dos bolas de fuego y sentía que yo estaba igual, en ese momento aproveche y salí corriendo de su oficina.