Capítulo 20

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Los días fueron pasando y como quién no quiere la cosa se plantaron en la segunda semana de junio. Natalia había logrado olvidarse de lo ocurrido hacía un par de semanas sobre el malentendido con Alba y la rubia, poco a poco, había empezado a normalizar y a hacerse a la idea de la homosexualidad de su compañera de trabajo. No habían hablado del tema, pues cada vez que Alba lo intentaba, Natalia lograba cambiar el rumbo de la conversación, y eso Alba no lo lograba entender del todo, pues las cosas estaban mucho mejor entre ellas y no había motivos para que siguiese desconfiando de ella. 

El día se avecinaba caluroso pese a que el sol estaba empezando a salir. Natalia se levantó ese 8 de junio con un buen presentimiento, con muchas ganas de sonreír y con una alegría impropia en ella a esas horas del día. Se preparó con el vestido más corto y fresco que encontró en su armario, se guardó un paquete de tabaco en el bolso y cuando vio la radio que descansaba encima del mueble de su salón frenó en seco y la cargó bajo el brazo antes de salir. 

- ¿Dónde vas con eso?.- rio Jon al verla cargar con la radio. 

- Échame una mano que esto pesa un montón.- se la tendió para que la cogiese.- no sé, me he levantado con ganas de poner música o algo.- se encogió de hombros. 

- Claro que sí, alegría, alegría.- se encaminaron hacia la panadería, donde ya estaba Alba esperando en la puerta.- Cada día vienes más pronto, mujer. 

- Eh... sí.- sonrió tímida sin saber qué responderle.- eso es que ya me he acostumbrado a levantarme.- Buenos días, Natalia.- sonrió achinando los ojos, a lo que la morena correspondió. 

- Buenos días, Alba.-arrugó la nariz de tanto sonreír.- mira lo que traigo para hoy.- señaló la radio que le había devuelto Jon para poder abrir. 

- Hala, ¿y eso?.- se acercó para observar mejor la radio.

- Para poner musiquita y darle alegría a la vida.- le guiñó un ojo.

- Pues me parece genial.- asintió contenta. 

Jon colocó la radio y la encendió mientras Alba y Natalia se lavaban las manos compartiendo lavamanos, algo a lo que se habían acostumbrado desde que la rubia empezó a llegar pronto. 

- ¿Está bien esto?.- interrumpió Jon los cuchicheos entre las dos mujeres.

- Muchas gracias guapito.- le lanzó un beso desde el sitio la morena. 

- Pelota.- le sacó la lengua.- termino de cargar esto y me voy. 

- Que te vaya bien el paseito.- carcajeó al ver como el catalán le sacaba el dedo del medio.

Alba observaba la interacción entre los dos con una sonrisa tierna, la relación entre Jon y Natalia le recordaba a la suya con su hermana. Se había percatado de como estaban incondicionalmente el uno para el otro, la forma que tenían de cuidarse y de ser familia cuando no tenían a nadie más en la ciudad que a ellos mismos. 

- Oye, vuelve.- la morena le pasó la mano por delante de los ojos.- estabas en trance, rubia. 

- Estaba pensando, morena.- le devolvió el apodo con el mismo tono.

- ¿Y en qué pensabas que te tenía con esa sonrisa?.- alzó las cejas. 

En ti

Sacudió la cabeza al darse cuenta de lo que estaba pensando y suspiró. 

- En que es muy feo que una relación de amistad tan bonita como la que tienes con Jon la gente la vea tan sucia.- arrugó la nariz con una mueca de asco.- os cuidais muchísimo y siempre estáis el uno para el otro... sois familia. Y eso la gente no lo quiere ver. Me da mucha rabia eso...

1973Donde viven las historias. Descúbrelo ahora