Capítulo 67

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La incorporación de Beatriz al horno había traído aquello que Natalia buscaba al contratarla: que Jon pudiese volver a sus labores de búsqueda y que ella pudiese pasar algunas mañanas junto a Alba. La morena, como buena jefa, se pasaba por allí todas las mañanas, le tocase turno o no, para ver cómo se iba adaptando la nueva al funcionamiento del horno y, sobre todo, a Jon. 

El catalán no se lo estaba poniendo nada fácil a Bea, más bien, todo lo contrario. 

- Jon...- Natalia suspiró aquella mañana, tocándose el puente de la nariz con los dedos y buscando reunir la paciencia suficiente para tratar con él desde tan temprano.- solo te pido dos días a la semana, dos.- remarcó el número con los dedos.- ¿tan difícil es no hacerle un feo a la muchacha?

- ¿Pero qué feo?.- se defendió.- si no le hago nada, Nati...

- Ahí está la cosa, que no le hablas. Y tú no eres así con nadie. ¿Qué pasa? ¿Te ha hecho algo?.- se preocupó la morena.

- No, pero me pone de los nervios.- admitió.- que parece que solo viene aquí para verte a ti, y cuando tú no estás busca sacarme información sobre ti. No me fío un pelo de ella. 

Natalia suspiró, miró a su mejor amigo con una leve sonrisa y negó con la cabeza mordiéndose el labio.

- ¿Estás celoso?.- se le escapó una risa.- Sí, estás celoso.- le señaló sin dejar de reír. 

- ¿Cómo voy a estar celoso? Lo que me preocupa es tu relación. Joder, es que habéis pasado mucha mierda para estar donde estáis hoy y no quiero que nadie se crea con el derecho de meterse en medio. Y la nueva se quiere meter bajo tu falda.- soltó de golpe.

- Pues si se quiere meter bajo mi falda es problema mío, ¿no?.- Jon abrió los ojos sorprendido y fue a hablar pero la morena se le adelantó.- ¿te crees que cuando me toca trabajar a mí no se me insinúa? Pues sí, pero le paro los pies siempre y no le doy ninguna esperanza. 

- Deberías decirle que tienes pareja.- sugirió.- porque por mucho que le pares los pies, ella no para. 

- Si se pone muy pesada lo haré.- asintió.- de momento no quiero malos rollos aquí. Piensa que solo va a estar Bea por aquí hasta que Alba pueda reincorporarse.

- Eso es mucho tiempo, Nati.- lloriqueó.- yo solo quiero que vuelva mi bolli y que esté todo como siempre. A mí la nueva no me gusta.-sacó morro como si fuese un crío enfadado. 

- Estás celoso tú y Alba no... me lo cuentan y no me lo creo.- soltó una risita Natalia.- bueno, en realidad sí.- admitió al ver la mirada que le dedicó el catalán.- No te pido que seas su mejor amigo ni que la incluyas en tus llamadas de marujeo, solo que mientras esté aquí tengas un trato cordial con ella. ¿Lo harás por mí?

- Bueno...- aceptó a regañadientes.- quizás un poco feo sí que ha estado que no le hable...

- Yo confío en ti, cuñadito.- le guiñó un ojo y dejó un beso en su cabeza. 

- ¿Hay reparto de besos y yo no tengo el mío?.- Jon rodó los ojos y Natalia rió al ver la reacción.

- ¿Tú quieres un beso?- preguntó la morena con una sonrisa ladeada.

- Hombre, por supuesto.- respondió Bea con tono sugerente.

- Pues venga, Jon, un besito a Bea que yo me tengo que ir.- le guiñó un ojo a su amigo y salió de allí sin ser capaz de contener la risa. 

Natalia se lo pasaba bien esquivando los intentos de Beatriz por llamar su atención. Se divertía siguiéndole el juego hasta darle la vuelta a la situación y ver como boqueaba sin saber reaccionar. Se sentía con el poder de tener la sartén por el mango y le gustaba aquel poder. Lo que no sabía era que cuanto más jugaba, más ganas tenía Beatriz de ella. 

1973Donde viven las historias. Descúbrelo ahora