Niñez

2K 183 66
                                    


(Narra Tanjirou)

Douma estaba más que molesto.

-Princesas de ventisca blanca.

Mi habitación se llenó de hielo por todas partes. Las figuras de dos mujeres estaban junto a Douma.

-Si que te molestas por nada... solo digo la verdad sobre nuestra amistad.

-Si que tienes una gran boca ¿que te parecería si te la arranco antes de que puedas decir otra cosa?.

El demonio se trasladó detrás de mi y solo sentí sus manos rodearme el cuello.

-Ataca y este chico se irá conmigo al infierno. A no ser que solo lo deseches y termines conmigo.

Douma estaba frente a nosotros el tenía una mirada sombría que se clavaba en mi.

Lentamente tome la empuñadura de mi espada e intenté cortar al demonio.

-Hahahaha ambos son unos idiotas, tu corazón se hizo blando Douma.

-¡Lotos dispersos!.

El demonio retrocedió y escapó por detrás de Douma. En dirección al jardín, ambos salimos y notamos que el demonio escapó.

-Demonios.

Douma busco por todo el culto pero el demonio escapó sin dejar rastro alguno.

-S- si e-el señor Muzan s-s- se en entera de esto p-p-podría morir- susurro.

El comenzó a reír y poco a poco elevaba el sonido de su risa.

-Sigues vivo.... haha te encontraré y terminaré con todo esto.

Douma parecía otra persona daba un poco de miedo, mis pasos silenciosos me llevaron hasta el en dónde mi mano se posó en su hombro.

El tembló al sentir y me miro como si me fuera a atacar en cualquier momento.

-¿Estás bien?.

-Creo que si... lo mejor será que regreses con Nakime estarás a salvó ahí.

-Pero yo quiero ayudarte...

-¡He dicho que no!..¡Vete, no vuelvas!

El se sorprendió y después se calmo.

-Solo vete arreglaré esto como se debe.

-Esta bien.

Mi habitación estaba hecha un desastre, mis cosas fueron destruidas y opte solo por llevarme el roto haori que permanecia en el suelo y mi espada.

-Me hubiera encantado que Daki lo cosiera.

Mis ojos se cristalizaron y solo apreté la tela. Salí por el jardín y atravesé la puerta que llevaba a la habitación del limbo.

Douma estará tan ocupado tratando de encontrar a ese demonio. Que no vendrá como siempre a acompañarme.

(Narra Nezuko)

La noche había caído y con ella las luces se fueron apagando poco a poco.
En la finca de Misturi dónde yo me encontraba los espadachines se quedaron dormidos a mitad del día.

Misturi a veces se sobre pasa con los demás, pero por lo que veo su entrenamiento es muy divertido pero supongo que para los demás que son hombres les resulte un tanto incómodo bailar con listones y demás.

Por suerte Makomo me enseñó y mi cuerpo es más flexible con el entrenamiento de pilar.

Mañana pasaré con Muchiro y estoy decidida a pasar con todos.
.
.
.
Me recosté en mi futón y me quedé dormida.

Un nuevo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora